“El autoconsumo es ya una realidad en España”, según Irene Bartol, secretaria general de la Asociación de Empresas Eléctricas (ASEME). Un dato lo pone de relieve. Actualmente, hay 6,9 GW (gigavatios) de potencia instalada de autoconsumo, lo que representa un 3% de la demanda nacional. El objetivo es que para el 2030 haya 19 GW de potencia instalada.
En términos cualitativos, igualmente, el avance parece imparable. Según Miriam Bueno, subdirectora general del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, el Eurobarómetro sobre la opinión de los ciudadanos muestra que la española es la más preocupada por el cambio climático, mientras que, en paralelo, la industria está comprometida con la descarbonización y la transición energética.
Es decir, tanto la ciudadanía como las empresas quieren descarbonizar el planeta, y el autoconsumo es una herramienta importante. ¿Pero es posible acelerar su implantación? Eso es precisamente lo que se ha discutido en el I Foro de Autoconsumo de El Periódico de la Energía, organizado por este medio y la consultora EY. El reto es instalar en seis años 12,1 GW, un objetivo nada desdeñable.
¿Y cuál es el papel de las distribuidoras en el futuro del autoconsumo?, se preguntaron Irene Bartol, ASEME, José Manuel Revuelta, de Endesa, Mónica Puente, de Naturgy, y Álvaro Ryan, de Iberdrola. En su opinión, lo relevante es que el consumidor entienda cuál es el papel que desempeñan las empresas distribuidoras en la implementación del autoconsumo. Hay una coincidencia general: el de facilitador, “no son los malos de la película, son la clave”.
El autoconsumo no genera electricidad las veinticuatro horas del día y hay momentos en los que los usuarios, ya sean industriales o domésticos, consumen energía de la red o exportan el excedente que producen. Por ello es fundamental la creación de redes inteligentes y la digitalización de esas redes con el fin de que la gestión, en un caso u otro, sea automática, resaltaba Mónica Puente.
Cambiar la regulación
Es más, insisten. Es fundamental adaptarse para que sea un proceso ágil. Actualmente, el autoconsumo colectivo e industrial es el más lento, y ya hay grupos de trabajo para agilizar esos procesos. Pero para eso es necesario cambiar la regulación para agilizar todo, de esa forma será posible llegar a los 19 GW de potencia instalada.
Irene Bartol resume en cuatro puntos claves las soluciones: simplificación, estandarización, unificación y agilización. Es necesario analizar bien, en su opinión, cómo se está implementando el autoconsumo para saber dónde se puede mejorar su desarrollo. “¿Cómo puede ser posible que el nivel radicación solar de ciertas comunidades autónomas no vaya acompañado de la implantación del autoconsumo?”, se preguntaba Mónica Puente.
En la segunda mesa redonda, “Oportunidades del Autoconsumo en España”, Pablo Pérez Bedmar, de Amara NZero, Fernando Romero, de EiDF Solar, Carlos de Sande, de Engie, Jorge González, de Gesternova, y Franc Comino, de Sonnen, analizaron lo que supondría para España la electrificación del país y los medios para conseguirlo.
“Las subvenciones actúan como un catalizador, pero a la vez son una piedra”. Una subvención es eficaz siempre y cuando sea rápida y de fácil tramitación, por eso Fernando Romero plantea otras formas más eficaces a la hora de fomentar el autoconsumo como son las exenciones fiscales. Una subvención o una exención fiscal, asegura, siempre ayuda a promover ciertas acciones, lo sorprendente es, sostiene, que los consumidores tengan que estar esperando a las subvenciones para que sean rentables, cuando ya son rentables per se.
Para Jorge González, las diferencias todavía son grandes entre el autoconsumo doméstico e industrial. Mientras que el primero tiene la complicación de que no es igual la curva de generación y de consumo, es decir, se necesitan baterías si no se quiere vender el excedente, en el industrial las curvas de demanda y generación coinciden, y es esto lo que tiene que calar en la opinión pública.
Según Red Eléctrica de España, el coste de las placas solares se ha reducido al menos en un 80% en diez años. Y las baterías van por el mismo lugar. Es necesario centrarse en la flexibilización de la gestión de la red y aumentar los puntos de conexión, porque el primer cuello de botella está en el acceso a red, estamos tirando energía a la basura, la tecnología está, pero la regulación impide que se despliegue, resalta Franc Comino.
No hay que olvidar que el autoconsumo es una pieza clave para reindustrializar España. La demanda de generación del año 2023 es igual a la del año 2000 y todavía no se ha conseguido alcanzar el pico del año 2008, antes de la crisis financiera. Por eso, sostienen, es importante aumentar el autoconsumo, pero tiene que ir ligado a un aumento de la demanda o se estará generando más electricidad de la que se consume. De ahí, la importancia de la electrificación.
Cuando se piensa en electrificación, sin embargo, se suele relacionar con la movilidad eléctrica. Y lo que dicen los datos es que aumentar el parque móvil español en un millón de vehículos eléctricos supone un aumento del 1% de la demanda en el sistema eléctrico, por lo que electrificar otros sectores además del automovilístico no sólo es posible sino necesario. “Para electrificar el país necesitamos que la industria que utiliza energía térmica se electrifique”, remarcaba Jorge González.
Autoconsumo colectivo
Para todos los ponentes, es importante hacer pedagogía y eso pasa por enseñar que es necesario el autoconsumo en edificios de viviendas y aumentar el autoconsumo colectivo. “Sabiendo que los números salen, que el autoconsumo es rentable, sorprende que estas instalaciones no avancen a mayor velocidad”, aseguran. “En España se piden créditos personales para irse de vacaciones o para afrontar la cuesta de enero ¿por qué no para el autoconsumo?”, se preguntaban los ponentes.
En la tercera mesa redonda, “Comunidades energéticas: el gran reto del autoconsumo en España”, Helena Badger, de Acciona Energía, Fabián Pérez, de Coxabengoa, Marta Sánchez, de EY Consulting y Carlos Gallar, de Factorenergia, analizaron los retos del autoconsumo en ciertas viviendas y qué otras soluciones existen a día de hoy.
Uno de los problemas en cuanto al autoconsumo es la propia arquitectura de la vivienda. En España hay en torno a 18 millones de hogares de los cuales alrededor de 6 millones se encuentran en viviendas unifamiliares independientes, adosadas o pareadas y alrededor de 12 millones se encuentran en edificios. Son estas últimas las que tienen mayores complejidades a la hora de instalar el autoconsumo, ya sea por no llegar a acuerdos con la comunidad de vecinos o porque el usuario se encuentra en régimen de alquiler.
Es para estos casos que existen las comunidades energéticas. Éstas son entidades jurídicas formadas por socios que generan y consumen su propia energía. Se consideran un instrumento más en la transición energética y también contribuyen al desarrollo local. Actualmente en España hay 73 comunidades integradas por más de 95.000 socios.
La descarbonización de la demanda doméstica es clave y para aquellos usuarios que residen en edificios, las comunidades energéticas son una solución. Es importante que la población entienda, aseguran, la importancia de la descarbonización pero al final para el consumidor, y sobre todo en los hogares, las decisiones se toman sobre la base de razones financieras. ¿La solución? Si los números salen es necesario que esto cale en la sociedad. El autoconsumo individual es viable pero el colectivo es aún mejor por el abaratamiento de costes.
Fuente El Confidencial