El portavoz de ISIS realizó una convocatoria a través del canal de Telegram desde donde apoyó el atentado en Moscú y convocó a tomar represalias por la guerra en Gaza en todo el mundo.
El portavoz del grupo terrorista Estado Islámico (ISIS), Abu Huzaifa al Ansari, llamó este jueves a una ola de atentados masivos por parte de sus seguidores en Europa y Estados Unidos para apoyar a los palestinos en la guerra en Gaza.
En un mensaje de voz de 41 minutos difundido en Telegram, el portavoz mandó un «mensaje de recordatorio» a los jihadistas de todo el mundo y dijo que lo que se está haciendo hora que todos los seguidores de ISIS «se levanten en armas en honor a Gaza y por lo que han sufrido por doble hace unos años los hermanos en Siria, Libia, Irak, el Sinaí (Egipto) y en Yemen«.
«Agradecemos a los soldados del califato su esfuerzo y pedimos a Dios que tengan éxito para llegar a las tierras de Palestina para combatir contra los judíos cara a cara en una guerra religiosa que acabe con todos«, anunció al Ansari.
«En este aspecto, incitamos a los leones solitarios a tener como objetivo a los judíos y cruzados en todos los lugares, especialmente en Estados Unidos y Europa«, aseguró en el mensaje en árabe distribuido por la productora Al Furqan, el principal órgano de propaganda de la agrupación.
Tildó la guerra en Gaza como una «herida de los musulmanes«, en la que se necesita la lucha «y no sólo consignas y lemas«, según la alocución, publicada también por motivo el mes sagrado musulmán de ramadán y para conmemorar los diez años del establecimiento del «califato», que fue autoproclamado a finales de junio en 2014 por su primer líder, Abu Bakr al Bagdadi. liquidado por Trump en 2019.
Cabe recordar que el ISIS se formó a partir de distintos grupos rebeldes que financió el gobierno de Barack Obama a principios del 2011, en una estrategia que diagramó la entonces secretaria de Estado, Hillary Clinton, para provocar el derrocamiento de varios líderes árabes que se estaban uniendo en contra de los Estados Unidos.
Movimientos rebeldes árabes estallaron en protesta en Túnez en diciembre del 2010, en Egipto en enero del 2011 y en Libia en febrero, en lo que se conoció como la «Primavera Árabe«. Estos grupos recibieron miles de millones de dólares en asistencia por parte de los Estados Unidos, pero al tratarse de fundamentalistas islámicos, rápidamente se le salieron de control al gobierno norteamericano.
Cumplieron su objetivo de derribar a los regímenes enemigos de Occidente, pero fueron más allá y se instalaron ellos mismos en el poder, con el objetivo de conformar un califato internacional único bajo el apodo de «Estado Islámico«. El conflicto se extendió a Yemen y a Siria, dos países donde el ISIS logró profesionalizarse y armarse como un grupo no solo terrorista sino que con capacidades militares.
Al llegar al poder en 2017, Trump se hizo cargo de la coalición internacional que había desembarcado en Siria para pelear contra el ISIS y en menos de un año pulverizó al grupo guerrillero. Liberó todas las ciudades tomadas por el califato y se repartió el control con Turquía y Rusia.
Sin embargo, con la llegada de Joe Biden al poder en 2021, y el regreso de la política internacional demócrata, el ISIS volvió a aparecer en escena. Evidentemente, hay un negocio de fondo que forma una dupla que no falla: cuando los demócratas llegan al poder, el Estado Islámico vuelve a subirse al ring.
Origen: La Derecha Diario