En el corazón de la Patagonia argentina se erige un enigmático complejo que ha sido fuente de intriga y especulación desde su construcción en 2014. Se trata de una base satelital china, un proyecto que ha profundizado los lazos entre Argentina y el gigante asiático, pero que también ha despertado recelos y sospechas, especialmente por parte de Estados Unidos.
El supuesto acuerdo entre países tiene por finalidad la cooperación en la investigación del “espacio profundo”. El proceso lo puso en marcha Cristina Kirchner, Mauricio Macri dio continuidad y Alberto Fernández lo apoyó. El presidente Javier Milei hasta la fecha no ha dado pasos contrarios al funcionamiento de la base china. La revista Newsweek Argentina realizó un informe especial sobre la misteriosa base.
El acuerdo estipula que la base operará durante 50 años
La agencia china CLTC, que depende del Ejército Popular de Beijing, tiene libertad para explorar el espacio durante ese período con una exención impositiva total. La base se utiliza para observación radioastronómica y para Telemetría, Telecomando y Control (TT&C) de misiones interplanetarias al espacio profundo. Desde su puesta en marcha, investigadores argentinos han realizado observaciones radioastronómicas en la base
La base se encuentra en un terreno de 200 hectáreas que Argentina cedió a China por un período de 50 años. Desde entonces, la presencia china en la zona ha sido casi fantasmagórica. Los pocos residentes chinos de la base rara vez se dejan ver en el pueblo, y su interacción con los locales es mínima. Este hermetismo ha alimentado todo tipo de teorías conspirativas entre los habitantes de Las Lajas, quienes se preguntan qué es lo que realmente sucede tras los muros de la base.
China ha asegurado en repetidas ocasiones que la base tiene únicamente fines civiles y científicos, como la exploración de la Luna y el espacio profundo. Sin embargo, el hecho de que la instalación dependa del Ministerio de Defensa chino ha generado dudas sobre posibles usos militares, como el espionaje satelital.
La base de Neuquén es un símbolo de la creciente relación entre Argentina y China en las últimas décadas. China se ha convertido en el segundo socio comercial de Argentina, y los acuerdos entre ambos países abarcan áreas que van desde lo económico hasta lo científico y cultural. Sin embargo, esta estrecha relación no está exenta de controversias.
Estados Unidos, la potencia rival de China, ve con preocupación la creciente influencia china en Latinoamérica. La base de Neuquén es un punto particularmente sensible en este contexto. Funcionarios estadounidenses han expresado sus sospechas de que la base pueda ser utilizada para espionaje, pero no han ofrecido a Argentina alternativas de inversión para contrarrestar la influencia china.
El misterio que rodea a la base china en la Patagonia persiste
El hermetismo de sus operadores y la falta de información clara sobre sus actividades continúan alimentando especulaciones. ¿Es realmente sólo una instalación científica, o hay algo más que China no quiere que se sepa? Esta pregunta sigue en el aire, mientras la base se mantiene como un enigmático enclave chino en el corazón de la Patagonia argentina, un símbolo de una relación bilateral cada vez más estrecha, pero también cada vez más cuestionada.
Fuente Mendoza Today