El movimiento se produjo a las 7.58 de la mañana; las autoridades informaron que hay 77 personas atrapadas entre los escombros; Japón había alertado por posible tsunami en sus costas, pero horas después levantó el aviso
El sismo de mayor magnitud en Taiwán en un cuarto de siglo remeció la isla durante la hora pico de la mañana del miércoles, dañó edificios y dejó un saldo al momento de nueve personas muertas, 736 heridos y 77 atrapadas entre los escombros.
La agencia sismológica de Taiwán reportó una magnitud de 7,2 para el temblor, mientras que el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) lo situó en 7,5, indicó que tuvo su epicentro 18 km al sur de la ciudad taiwanesa de Hualien, con una profundidad de 34,8 km. Las autoridades señalaron que sólo anticipaban un sismo relativamente leve de magnitud 4 y por lo tanto no enviaron alertas. De cualquier forma, el sismo fue de suficiente intensidad para asustar a algunas de las personas acostumbradas a estas sacudidas.
En la capital, Taipéi, cayeron baldosas de los edificios más antiguos y las escuelas evacuaron a sus alumnos a campos deportivos, equipándolos con cascos amarillos de seguridad. Algunos niños se cubrieron con libros de texto ante la posibilidad de objetos caídos mientras continuaban las réplicas. Más tarde, un edificio de cinco pisos en el condado Hualien, cerca del epicentro en el mar, quedó inclinado en un ángulo de 45 grados sobre su primer piso derruido.
Nueve personas murieron en el temblor, registrado justo antes de las 8 de la mañana, según la agencia nacional de bomberos de Taiwán. El diario local United Daily News señaló que tres senderistas fallecieron durante un deslave en el Parque Nacional Koroko y un conductor de camioneta murió en esa misma zona después de que grandes rocas golpearan su vehículo. Las autoridades habían perdido el contacto con 50 personas que viajaban en minibuses cuando el potente sismo cortó las comunicaciones por celular, indicó más tarde el cuerpo de bomberos.
Había 736 heridos y más de 70 personas atrapadas, algunas de ellas en una mina de carbón, según estadísticas del gobierno. El sismo y las réplicas también provocaron 24 aludes de tierra y dañaron 35 carreteras, túneles y puentes.
El movimiento se produjo a las 7.58 de la mañana y se sintió en la capital, Taipéi. “El terremoto fue cerca de la tierra y es poco profundo. Se sintió en todo Taiwán y las islas (…). Es el más fuerte en 25 años”, declaró a periodistas Wu Chien-fu, director del Centro Sismológico taiwanés, en referencia al sismo de magnitud 7,6 de septiembre de 1999 que dejó 2400 muertos.
A pesar de que el sismo azotó durante la hora pico matutina, la calma prevaleció entre los habitantes de una isla acostumbrada a los temblores y que suele llevar a cabo simulacros en escuelas y emite avisos por medios públicos y dispositivos móviles.
Un edificio de cinco pisos en Hualien, una localidad de pocos habitantes, lucía con fuertes daños luego de que el primer piso se vino abajo y el resto de la estructura quedó inclinada en un ángulo de 45 grados. En la capital, Taipéi, las baldosas de varios edificios antiguos se desprendieron y cayeron dentro de complejos de oficinas más modernos. Las escuelas evacuaron a sus estudiantes hacia los campos deportivos y se les proporcionó equipo de protección para la cabeza. Muchos niños pequeños también portaban cascos de motociclista para protegerse de la caída de objetos en medio de las continuas réplicas.
“Los terremotos son comunes y me he acostumbrado a ellos. Pero hoy fue la primera vez que un temblor me hizo llorar del miedo”, dijo Hsien-hsuen Keng, una residente de Taipéi. “El temblor me despertó. Nunca antes había sentido una sacudida tan fuerte”.
“Dos edificios han colapsado y se cree que algunas personas están atrapadas. No tenemos más información por el momento”, informó un funcionario de los bomberos locales de la ciudad de Hualien.
En una sesión informativa nacional televisada, la Agencia Nacional de Bomberos de Taiwán informó que 26 edificios “se inclinaron o colapsaron”, aunque no dieron detalles sobre la ubicación de las estructuras.
Imágenes de televisión mostraban a vecinos y rescatistas sacando a personas, incluida una niña pequeña, por las ventanas y hasta la calle. Todos parecían poder moverse, conmocionados pero sin lesiones graves. Las puertas habían quedado bloqueadas por la presión del temblor.
La legislatura nacional, ubicada en lo que fue una escuela construida antes de la Segunda Guerra Mundial, también registró daños en paredes y techos.
El tráfico en la costa este de la isla quedó prácticamente paralizado debido a los deslaves y la caída de escombros que afectaron túneles y autopistas de la región montañosa. Se suspendió el servicio de trenes en toda la isla de 23 millones de habitantes, así como el servicio de metro en Taipéi, donde una línea elevada de construcción reciente sufrió una separación parcial.
El pánico inicial tras el sismo remitió con rapidez en la isla, que sufre temblores frecuentes y se prepara para ellos con simulacros en escuelas y avisos en medios públicos y celulares.
Para el mediodía, la estación de subte en el bullicioso vecindario de Beitou, en Taipéi, volvía a estar llena de gente que iba a trabajar y personas mayores que acudían a visitar los manantiales termales o a recorrer los senderos de montaña al pie de un volcán extinto.
Stephen Gao, sismólogo y profesor de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Missouri, señaló que la preparación taiwanesa para los terremotos está entre las más avanzadas del mundo e incluye estrictas normas de construcción, una red sismológica de primer nivel y amplias campañas de concienciación pública sobre seguridad ante sismos.
El último sismo letal en Hualien fue en 2018, cuando un hotel histórico y otros edificios se vinieron abajo. El peor sismo de los últimos años en Taiwán ocurrió el 21 de septiembre de 1999, cuando un terremoto de magnitud 7,7 causó más de 2.400 muertes, dejó heridas a unas 100.000 personas y destruyó miles de inmuebles.
Los efectos económicos del sismo aún estaban por determinar. Taiwán es el mayor fabricante del mundo de los procesadores informáticos más avanzados y otros artículos tecnológicos muy sensible a movimientos telúricos. Parte de la red eléctrica se desconectó, lo que podría afectar a la cadena de suministro y provocar pérdidas económicas.
El fabricante taiwanés de chips TSMC, que proporciona semiconductores a compañías como Apple, dijo que había evacuado al personal de una de sus fábricas en Hsinchu, en el suroeste de Taipéi. Las autoridades en Hsinchu señalaron que los suministros de agua y electricidad en todas las fábricas del parque tecnológico de la ciudad funcionaban con normalidad.
La bolsa de Taiwán abrió el miércoles con normalidad, y el índice de referencia oscilaba entre pérdidas y ganancias.
Alertas de tsunami
Autoridades de Taiwán, Japón y Filipinas emitieron alertas de tsunami para sus regiones costeras, donde anticiparon olas de hasta tres metros. Horas después, levantaron los avisos.
China no emitió alertas de tsunami para su territorio continental. El Centro de Alertas de Tsunamis del Pacífico afirmó que no hay amenaza de tsunami para Hawai o el territorio estadounidense de Guam.
Taiwán se ubica en el Cinturón de Fuego del Pacífico, una serie de fallas geológicas que rodean el Océano Pacífico y en donde ocurren la mayoría de los terremotos del mundo.
Las autoridades del país emitieron un aviso para las zonas costeras de la prefectura meridional de Okinawa después de que un fuerte terremoto desencadenara una alerta de tsunami.
“¡Evacuen!”, indicó un cintillo en la televisión nacional japonesa NHK. “Viene un tsunami, por favor evacuen inmediatamente”, expresó un presentador de esa red nipona. “No se detengan, no se devuelvan”.
Las Fuerzas de Autodefensa de Japón enviaron una aeronave para recopilar información sobre el impacto del tsunami en la región de Okinawa y alistaban albergues en caso de ser necesarios.
El día de Año Nuevo, Japón se vio sacudido por el sismo más mortífero de los últimos ocho años, cuando un terremoto de magnitud 7,6 sacudió la prefectura de Ishikawa, en la costa occidental. Más de 230 personas murieron tras el movimiento telúrico que destruyó total o parcialmente 44.000 viviendas.
Los terremotos son frecuentes en Japón, una de las zonas con mayor actividad sísmica del mundo. Allí se produce alrededor de una quinta parte de los sismos de magnitud 6 o superior del mundo.
Agencias AP y Reuters