AREQUIPA, Perú – El peaje, un derecho de tránsito para carreteras y puentes, con raíces antiguas en Cuba, se aplicó por primera vez en el camino de La Habana a Santiago de las Vegas durante el gobierno de Luis de las Casas en 1790.
Esta iniciativa surgió debido a la falta de caminos durante la dominación española, y se estableció en la salida de la barriada de Jesús del Monte como un portazgo para su utilización. Aunque este barrio no pertenecía a La Habana, fue considerado un pueblo vecino y fue municipio en 1820, perdiendo ese estatus tres años después.
El peaje de Jesús del Monte fue establecido originalmente para recaudar fondos destinados a la construcción de un puente sobre el arroyo El Jíbaro. Tras completar este proyecto, el peaje fue suspendido temporalmente pero luego reinstalado en diferentes ubicaciones hasta que en 1848 se estableció en la Loma de Joaquín.
En esta nueva ubicación, se eximió del pago del peaje a los residentes del barrio de Jesús del Monte que vivieran entre el puente de Agua Dulce y la última casa de La Víbora.
Jesús del Monte experimentó un crecimiento significativo en su población y extensión territorial durante este período, atrayendo a residentes acomodados que construyeron casas y quintas de recreo en la zona. A pesar de esto, su preeminencia como destino vacacional fue breve, y para 1863 ya había perdido terreno frente a otras áreas como el Cerro y Puentes Grandes.
A pedido de la Asociación de Emigrados Revolucionarios Cubanos, Jesús del Monte comenzó a ser Diez de Octubre en 1918, y el puente de El Jíbaro debió desaparecer cuando en los años cuarenta se construyó la llamada plazoleta de Agua Dulce.
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Fuente Cubanet.org