Este es un fragmento de la newsletter Cotizalia AM que se envía de lunes a viernes antes de la apertura de los mercados. Si quieres recibirla gratis en tu correo electrónico solo tienes que hacer clic aquí.
Vaya siete días de golpes de efecto lleva Isidro Fainé (81), presidente de la Fundación ‘la Caixa’. El martes pasado, tras tres años de poner pegas, decidió apoyar en la junta de accionistas los sueldos de la cúpula de Naturgy, dejando en fuera de juego a los australianos de IFM, que se abstuvieron con la esperanza de que CriteriaCaixa hiciera lo propio y dejara el respaldo accionarial a las remuneraciones por debajo del 50%. Al más puro estilo Franco Baresi, el mítico central del Milán de Arrigo Sacchi, ordenando salir a la defensa antes del pase al hueco. Y ayer al cierre de mercado, con la junta de accionistas de Telefónica a punto de celebrarse el próximo viernes, el brazo inversor de la Fundación se descuelga duplicando su participación en la operadora al 5% y dejando el total controlado por el ‘universo Caixa’ hasta el 7,5%. Y todo ello en plena ofensiva de la SEPI y los saudís de STC para llegar cada uno -números redondos- al 10% del capital. Ese 2,5% adicional que tiene CaixaBank es el que queda ahora en el aire. Hasta ahora, el banco de Caixa ha ido vendiendo títulos de Telefónica a medida que la Fundación los compraba. Pero de momento, con este golpe de efecto a cinco días de la junta, la silla del consejo de administración de Telefónica en manos de Fainé (hay 15 en total) es la única que cuenta con el mínimo teórico del 6,6% del capital que debería garantizar al menos un puesto.
Este es un fragmento de la newsletter Cotizalia AM que se envía de lunes a viernes antes de la apertura de los mercados. Si quieres recibirla gratis en tu correo electrónico solo tienes que hacer clic aquí.
Fuente El Confidencial