Ignacio Pellicer no ha parado de atender llamadas desde el pasado lunes. “No sé cuantos cientos de clicks estamos recibiendo en la web. Hemos estado en la radio, también en otros medios… Hay mucha desinformación y muchas dudas, por eso estamos haciendo un esfuerzo”, comenta. Este abogado alicantino dirige, junto a su socio Pedro Heredia, Pellicer & Heredia, un despacho situado en Alicante que se ha convertido en un referente nacional. Según sus propios números, gestionan cerca del 20% de las golden visa de todo el país. O al menos lo hacían hasta ahora.
De momento siguen recibiendo clientes, mientras contesta a El Confidencial el propio Pellicer sigue agendando nuevas reuniones para estos trámites, pero su situación ha empezado a cambiar. El lunes, el propio Pedro Sánchez anunció, tras meses de debates en el seno del Gobierno, que el Consejo de Ministros aprobaría el fin de las golden visa por inversión inmobiliaria y muchos despachos como el de Pellicer han visto como una parte importante de su negocio se tambaleaba. Por ahora no hay más detalles ni de cuándo llegará el fin de los visados ni de cómo será, pero la decisión está tomada.
“Es una medida política y de maquillaje. Si creen que con esto van a acabar con el problema de la vivienda, están muy equivocados. Las golden son pocas y la mayoría no tienen impacto alguno en las zonas tensionadas”, detalla Pellicer. Ellos aseguran haber tramitado unas 100 de las más de 500 visas que se han dado este año por compra de inmuebles, y desde su experiencia aseguran que su fin servirá de poco. “La mayoría de los que se adhieren a esta opción lo hacen comprando una casa en la costa, en zonas ya preparadas para este tipo de ciudadanos. Gente de Estados Unidos o países similares, enamorados de España y que vienen aquí a retirarse. Es una visa casi perfecta para ellos, pues tienes el visado español sin tener que pagar impuestos aquí, que todos sabemos que es algo complejo”, añade.
Los datos muestran que desde su aprobación, 6.420 personas se han beneficiado de estos visados de residencia tras invertir al menos medio millón de euros en inmuebles, según datos del Ministerio de Asuntos Exteriores. Una cantidad que no se ha actualizado pese a la evolución al alza del precio de la vivienda. Ahora, el Gobierno se ha decidido a intervenir por el aumento del interés en la opción que ha provocado un incremento importante en las peticiones. En teoría, esta demanda debía bajar al quitarse de en medio a los ciudadanos rusos, uno de los principales colectivos que solicitaba los visados y que fueron vetados con la guerra, pero no ha sido así.
“Hay mucha desinformación con este asunto. La demanda ha aumentado por la salida de Reino Unido de la UE, que ha hecho que muchos de sus ciudadanos apuesten por esa vía. Además, se ha hablado mucho de que se usa para lavar dinero o que no se vigila quién pide la visa ni cómo lo hace. Nosotros llevamos ya muchos años con esto, estamos mejor posicionados en internet que el Gobierno prácticamente, y hemos tenido un total de cero problemas con este asunto. Todo está controlado, la gente que viene lo hace de buena fe y con ganas de invertir en España“, detalla Pellicer.
“Es verdad que hay muchas casuísticas y cada ciudadano es diferente, pero la mayoría de los que van por golden llegan aquí, invierten, generan empleo y lo hacen todo sin pedir un solo euro al Estado. Ni siquiera necesitan de la Seguridad Social, pues vienen con sus seguros privados. Para España todo son ventajas“, comenta el abogado.
La experiencia de los despachos que han trabajado con estos visados siempre habla bien de esta opción e incluso colocan el programa español en una posición envidiable en la competición global (en los últimos años han sido muchos los países que han lanzado ofertas similares). Pero su imagen de visado sin impacto en el mercado inmobiliario también choca con lo que muestran de algunos casos.
La vivienda es un derecho constitucional y no un mero negocio especulativo. Por eso vamos a eliminar la ‘Golden Visa’, la ley aprobada del PP que permite obtener el visado de residencia si se invierte más de 500.000 euros en vivienda en nuestro país.
Tener una vivienda digna no… pic.twitter.com/y2wxZlPXMC
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) April 8, 2024
Una de las grandes ventajas del visado español, comentan, es que te permite llegar a ese mínimo de 500.000 euros de inversión en inmuebles adquiriendo varios espacios y no tiene límites de dónde ni de cómo ha de ser esta inversión. Es decir, un ciudadano que quiera la visa puede conseguirla al comprar una casa de 500.000 euros, o cinco pisos de 100.000. Y tampoco pone límites de dónde deben estar esas propiedades.
“Creo que hay diferencias con el tipo de ciudadano que pide la visa. Los latinoamericanos son los que invierten en Madrid porque su idea es venir a trabajar. Otra ventaja que tiene la golden visa frente a otras opciones que tenemos es esa posibilidad de trabajar. Mientras que el estadounidense busca más un retiro. Muchos incluso venden sus propiedades en su país y con ese dinero compran aquí algo y consiguen el visado”, detalla Pellicer. Es algo en lo que coinciden otros
En Portugal, un país que también acaba de anunciar el fin de este programa, sí que existían ciertos requisitos. En los últimos años, antes de su bloqueo definitivo, solo se permitía la opción del visado por inversión inmobiliaria en zonas del interior del país o en sus islas. Además, contaba con un incentivo si se optaba por invertir en inmuebles que necesitaban reformas. Todo eso ya ha acabado y ahora solo se permite la consecución de este visado con otro tipo de inversiones.
La pelea por la nacionalidad o la rentabilidad
Ese tipo de inversiones, como meter dinero en un depósito bancario o invertir en empresas nacionales, también están contempladas en la legislación española, pero para los expertos en la materia, no son tan atractivas como las casas. Según Pellicer, el inversor prefiere el inmueble porque es algo físico que tienes seguro y que además puedes aprovechar. Y sabe que no suele perder valor. “Muchos de los que vienen quieren tener su casa aquí, meter dinero en un depósito es sencillo y muchos lo seguirán haciendo para conseguir el visado, pero pierde mucha fuerza la opción. Te quita una carta muy interesante”, añade. “Por ejemplo, uno de nuestros últimos clientes es una familia que ha comprado un piso en Valencia de más de 500.000 euros para su hija, que quiere vivir en España y poder trabajar aquí”.
Lo mismo opina de los otros visados que quedarán vigentes, como el de los nómadas o la visa no lucrativa. “No están mal pensados, pero a todos les falta una vuelta de tuerca más. La golden visa está muy bien pensada y ejecutada, para los interesados es difícil encontrar una opción mejor”, añade. “Por un coste no demasiado alto tienes un visado de los más atractivos del mundo, un inmueble, un permiso de trabajo y todo sin necesidad de tener que residir aquí un número concreto de días ni tener que hacerte residente fiscal”, completa. “Ese último punto es clave”.
Eso mismo detallaba en otro artículo publicado en El Confidencial hace unas semanas, Carlos García de Ceca, abogado de García de Ceca, despacho de Madrid orientado a este público asiático. Según su experiencia, los ciudadanos chinos que se acogen a la golden visa (es el país que más visados ha conseguido en estos años) lo hacen por una “inversión por rentabilidad. Entre 2013 y 2017, invertían en los barrios de Salamanca o Chamberí; hoy se centran en Prosperidad”, explicaba el letrado. Ahora, sus clientes buscan pisos más pequeños y baratos, más fáciles de alquilar, frente a pisos del centro, con menores márgenes de beneficio. “Venezolanos y mexicanos están reventando el mercado”, apostillaba.
El perfil del comprador chino que solicita la golden visa, comentaba, es el de una persona con negocios en varios países, “que viajan, entran y salen, tienen su trabajo en otro país y que tienen a sus hijos escolarizados en un colegio internacional”.
Si fueran residentes en España, a los diez años podrían solicitar la nacionalidad española, pero la mayoría no lo hace, relataba, por dos motivos: la pérdida de nacionalidad china —Pekín no ofrece la doble ciudadanía—, lo que se traduce en mayores problemas para volver a su país o visitar a sus familiares o empresas; y que muchos no conocen el idioma lo suficiente como para aprobar el examen de español. “Hay quien dice que piden la golden visa por la nacionalidad; pero no, no lo hacen por la nacionalidad”.
Fuente El Confidencial