La mujer, llamada Pepi, decidió viajar a este país en enero para estar cerca de su hija. Fue en este momento cuando entraron en su vivienda.
Varios vecinos han relatado que han «tirado todas sus pertenencias», incluidas las cenizas de su marido que las tenía guardadas en el salón. Sin embargo, ellos niegan estas acusaciones: «Hemos guardado las cosas de valor y hemos tirado comida caducada, que olía muy mal», afirman en declaraciones a Telemadrid.
El hombre, de 37 años, ha asegurado a la cadena autonómica que «tenía información de esta mujer y sabía que no iba a volver». Además, ha indicado que una de las residentes en el edificio le intentó vender la casa. «Lo tengo grabado en el móvil», ha manifestado.
Ahora, tras tres meses siendo okupas, la pareja ha tomado una decisión con respecto a la vivienda.
La decisión que han tomado los okupas de la casa de Lavapiés
Esta semana se han vivido varios momentos de tensión, enfrentamientos y acusaciones. Por ello, los okupas han tomado una decisión y han lanzado una aviso directo a la propietaria.
Costel, quien se ha encargado de ser el portavoz, se ha dirigido a Pepi. «Si viene mañana, le devuelvo el piso y le pido perdón», ha manifestado mientras le estaba grabando la cámara. No obstante, dice que no se va a dejar intimidar por nadie.
La empresa Desokupa ha anunciado que este miércoles acudirá al lugar. «Soy alto y fuerte y si intentan hacerme daño voy a responder», asegura Costel.
El hombre ha recalcado que buscan un «piso atemporal donde vivir hasta que encuentre trabajo». Además, ha recordado que tienen un hijo y que, por la poca higiene en la estancia de Lavapiés, no puede estar allí.
Fuente ABC