SAN LUIS POTOSÍ, México.- Ruber Osoria, fotógrafo cubano residente en Chile desde 2018, regresó a Cuba después de cinco con las ansias de volver a fotografiar a su país.
Cámara en mano y a paso apurado, conversó con CubaNet sobre su deseo de regresar e inmortalizar en instantáneas los rostros y las grietas de una Isla.
El fotógrafo documentalista, que prepara la serie “Viñetas de la Revolución: el guajiro en extinción”, contó que llegó a Chile con el sueño de poder realizarse como artista.
En Cuba, con un sueldo de profesor de 420 pesos cubanos, dijo, no le alcanzaba si quiera para adquirir una cámara.
Las oportunidades de mostrar su obra tampoco eran las idóneas, ante las peticiones de exposición a la Fototeca de Cuba o a la Fábrica de Arte Cubano y la Asociación de Hermanos Saíz las respuestas fueron un gran silencio.
Su visión de Cuba es quizás semejante a la de muchos emigrados que vuelven y se topan con la precariedad cada vez más acentuada de la vida, donde se ha vuelto imposible degustar un poco de cerveza y la gente solo se dedica a sobrevivir.
Para los artistas se torna aun más difícil por la falta de acceso a materiales para crear las obras y la inexistencia de becas con las que financiar un proyecto.
A Osoria le importa retratar más allá de los evidente, lo que están en la superficie, rompiendo con un tipo de fotografía “estática”, heredada de generaciones anteriores. Para él, hay un compromiso social en la fotografía documental.
“El fotógrafo tiene que tener un discurso, algo que decir, no fotografiamos para una agencia de turismo”, dijo.
Cuba como tópico
Para él, la banalidad de la fotografía de muchos extranjeros sobre Cuba es una forma de lucrar con el dolor del pueblo, con el sufrimiento de un pueblo que padece hambre.
Como campesino y natural de Contramaestre, en Santiago de Cuba, Osoria se ha adentrado en sus “viñetas” del campesinado como una clase en extinción. Su nueva serie se pregunta por las condiciones actuales de quienes labran la tierra.
Sin condiciones para trabajarla, los agricultores se han ido desplazando a las áreas urbanas y es su interés, por ello, retratar a los que quedan, los que sobreviven con una exigua pensión.
Osoria trabaja también en un fotolibro sobre la diáspora cubana en Chile, gracias a una beca de Penn International, Penn America y Artic Shop.
“Recoge historias de resiliencia de la emigración cubana en el país donde estoy viviendo. Trato de crear un pedacito de Isla para comprender Cuba no solo como territorio físico sino como ese espacio donde cada emigrado, donde esté, forma parte de la Isla”.
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Fuente Cubanet.org