La restauración completa del paso de Nuestra Señora Madre de Dios en sus Tristezas acaba de comenzar y se extenderá durante once meses aproximadamente, hasta la Cuaresma de 2025, para que recobre todo su esplendor original.
Los trabajos encomendados por la hermandad de Ánimas a la restauradora Ana Infante del Torre abarcan todo: los respiraderos y el inconfundible baldaquino con los ángeles y candelabros, según detalló el hermano mayor, José Ignacio Aguilera, a ABC este lunes tras el comunicado emitido.
El paso de la Virgen se lo llevaron la semana pasada al taller de esta experta en restauración y es preciso desmontarlo, algo que sólo se ha hecho dos veces en su historia.
El estado de conservación es «el normal» tras el desgaste propio del transcurrir de los años en las cuatro décadas que tiene desde que lo crearon Miguel del Moral (diseño) y Miguel Arjona Navarro (talla y dorado en oro fino), por lo que el objetivo es que recobre aquel brillo original.
Las esquinas, que antaño llevaban flores, están más delicadas por la humedad que soportaron en su día, y también los respiraderos. Y las cresterías superiores, que algún año se han rozado a la salida o la entrada, también tienen algún desperfecto.
En el baldaquino se observa algún desprendimiento del oro y alguna grieta por la humedad y los cambios de temperatura. En la estructura interna no tocarán nada porque ya se revisó hace una década cuando la carrera oficial se llevó a la Catedral, por lo que no está previsto en esta ocasión, según Aguilera.
La actuación se afronta con vistas a tenerlo a punto para la celebración en 2025 del 50 aniversario de la llegada de la Virgen. Comenzará por los respiraderos, las columnas del templete, las cresterías de arriba y los ocho ángeles con policromía, y seguirá por la peana y los candelabros.
Estos trabajos continúan la línea de conservación de otros elementos de la corporación y de la ampliación del patrimonio de Ánimas (el bordado de los faldones del paso de Cristo, estrenados en 2023).
Ana Infante de la Torre, licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla con la especialidad en Conservación y Restauración, acometió en el pasado la restauración del Cristo del Remedio de Ánimas y de la Virgen de las Tristezas.
En la actualidad trabaja también en restaurar el Señor del Huerto y, a partir del miércoles, a la Virgen de la Piedad (Prendimiento). También restañó las huellas del paso del tiempo en las imágenes del Señor Amarrado a la Columna (del Huerto) y la Virgen de la Merced.
La hermandad de Ánimas tiene también en el horizonte más próximo el proyecto de bordados de las caídas, el techo y los faldones del paso de la Virgen de las Tristezas.
Fuente ABC