Quien no conozca a Joan Vila la primera impresión es de una persona seria muy reflexiva, callada, pero que cualquier equipo de regatas o competición náutica de alto nivel ambiciona tener en sus filas.
Su palmarés de títulos es único. tres Copas América, una Volvo Ocean Race, dos Sydney Hobart, una Fasnet Race, un Trofeo Jules Verne (récord de Vuelta al Mundo)
La pasada semana llegó la noticia de que había sido el primer español elegido para formar parte del Salón de la Fama de la Copa del América, un honor que en los 173 años de historia solo han tenido apenas un centenar de personas vinculadas a la Copa, y que se hará oficial en el homenaje que recibirá en un acto solemne en el Museo Marítimo de Barcelona el próximo 14 de octubre.
Este barcelonés de 62 años es actualmente el navegante e ingeniero de rendimiento del Alinghi Red Bull Racing suizo y disputará en Barcelona su décima Copa América consecutiva, siendo uno de los pocos regatistas mundiales que la ha ganado tres veces.
Este ingeniero civil, informático y que ahora se ha especializado también en inteligencia artificial, reconoce: «Cada vez la Copa del América se complica más a nivel tecnológico. Los equipos son cada vez más grandes y diseñar un barco es muy complejo, un gran desafío, porque cada vez hay más campos que investigar».
«En los AC75 los sistemas electrónicos e informáticos son el sesenta por ciento de su potencial. Es algo impresionante lo que puedes ganar en velocidad teniendo un barco que se controle mejor merced a sus sistemas», explica al respecto.
Además, añade: «A bordo están los ‘cyclors’ (tripulantes que aportan potencia con sus piernas), que aportan más energía y si tus sistemas son eficientes se puede llevar el barco más rápido y preocuparse menos de hacer más maniobras».
Al respecto confirmó: «En todos los ámbitos ya se aplica la inteligencia artificial y en la náutica va ya desde el diseño, concepción del barco, generación de formas, etc. Hay mucho campo por desarrollar y debes estar siempre al día porque, de lo contrario, parece que te estás perdiendo algo y esto te obliga a estar evolucionado constantemente».
Responsable de la meteorología y rendimiento del equipo indicó: «la IA te puede simplificar las cosas, por supuesto, pero también te complica como en mi caso para hacer los modelos numéricos meteorológicos, entrenarlos y validarlos. Dentro del equipo cada departamento realiza su propia aplicación de la inteligencia artificial y esto era importante para no quedarnos atrás».
Sobre si esta edición la victoria será para el barco más rápido o para el más sólido, Vila reflexiona: «Siempre lo hará, y parece un tópico, el equipo que sea más completo. No se trata de tener el barco más rápido, sino también de tener los mejores ‘foils’ (hidroalas), los sistemas y bien navegado por la tripulación, especialmente con las complicadas condiciones que van a presentar los campos de regatas de Barcelona».
«Es evidente que con el viento racheado y el oleaje de Barcelona -concretó- además del diseño y de los sistemas del barco deberá haber una aportación importante de los tripulantes porque en una mala maniobra se puede perder mucho y eso será más importante en esta edición».
La tripulación del Alinghi, debido a que no estuvo en la pasada edición,no tiene experiencia en los AC75 ni en Copa del América y el navegante español admite: «es cierto que es una desventaja porque por la regla de nacionalidad todos deben ser suizos y al no haber podido competir antes sabíamos que teníamos que paliar este déficit y vinimos a Barcelona lo antes posible, entrenar más que nadie y adquirir una AC75 de primera generación para poder navegar y estoy seguro que llegamos a la Copa con las máximas garantías».
«Además, quedan cinco meses para el primer enfrentamiento con los nuevos AC75 y ahora para nosotros los más importante es el tiempo y debemos aprovecharlo al máximo porque hasta el 22 de agosto no se disputará la última regata preliminar», admitió Vila.
Haber ganado tres Copas del América con diferentes equipos ( 2 con Alinghi (2003 y 2007) y una con Oracle (2013) con distintos tipos de embarcaciones le ha dado mucha experiencia en la competición aunque para él es fundamental, «intentar estar al día al máximo y evolucionar para no quedarte estancado en lo que se hizo dos o tres Copas anteriores».
No ocultó: «Por supuesto que me gustaría estar a bordo del AC75 como tripulante, pero esto es imposible. Todos los que van son atletas y por mi edad (62 años) ya me ha pasado el momento, pero sigo todos los entrenamientos en el agua desde la lancha de apoyo».
Como todos los españoles que están en los equipos de esta edición, él lamenta que no compita un equipo español siendo la competición en Barcelona. «Era un tiempo difícil por tiempo ya que todo fue muy rápido y montar un equipo cuesta mucho dinero y debe estructurarse bien. Deben pensarse bien las cosas para no tirar el dinero», finalizó.
En cuanto a esta edición concluyó diciendo: «El actual equipo de Alinghi está mismo nivel o superior al que ganó la Copa en 2003 y 2007 y se nota tanto en diseño como en tecnología y ambición por ganar».
Fuente ABC