SAN LUIS POTOSÍ, México.- En el bosque de Najasa, en el sureste de Camagüey, se desataron varios incendios este miércoles y no había bomberos para apagarlos.
Según confirmó a CubaNet una fuente local, que pidió el anonimato, los incendios aún persistían pasado el mediodía. Sin una estación de bomberos en el municipio, se volvió casi imposible controlar el fuego que se extendió por el borde de la carretera de Cubanacán.
“En esa zona roban mucho. Los ladrones roban en las casas que hay cerca y para borrar las huellas pegan candela. Entonces el fuego camina para toda esa zona, y pasan trabajo para apagarlo”, refirió la fuente.
En esa área se encuentra una zona militar perimetrada donde están los polvorines y el combustible y la cercanía del fuego la hace peligrar.
“Los guardabosques tratan de apagar el fuego para que no explote nada porque, si explota, medio Najasa se va del aire”, contó.
Sin una estación de bomberos en el pueblo, cada año los vecinos de Najasa ven el bosque arder en época de sequía.
Los incendios suelen iniciar en el borde de la carretera y extenderse hacia dentro. De acuerdo con la información, las personas deben comenzar a apaciguar las llamas desde el consejo popular de Bidot hasta Najasa.
El Bosque Fósil de Najasa es considerado uno de los patrimonios naturales más interesantes del país. A pesar de su gran valor paleontológico, actualmente sufre de destrucción y abandono.
Este bosque fósil cuenta con varios yacimientos: uno de ellos es el Santa Rosa, ubicado a 6 kilómetros de la entrada principal del Área Protegida Sierra del Chorrillo (La Belén) y a 79 kilómetros de la capital provincial.
Se estima que en el bosque hay alrededor de 49 especies florísticas en estado de petrificación. La erosión ha expuesto parcialmente los yacimientos, revelando los restos de plantas fosilizadas. Cuatro núcleos conforman este bosque fósil, y aunque algunos yacimientos se encuentran en buen estado de conservación, como La Clotilde y Santa Rosa, otros, como San José del Chorrillo y La Caridad, han sido afectados por la remoción de tierras ordenada por el régimen con fines agropecuarios.
Los residentes en el área atribuyen la destrucción del bosque al régimen cubano. “Mandaron a buldocear la zona y acabaron con todo”, dijo una de las fuentes consultadas. Luego la Empresa de Flora y Fauna comenzó a realizar investigaciones en el lugar. No obstante, según cuentan los lugareños, el lugar se encuentra actualmente abandonado, sin señalización.
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Fuente Cubanet.org