Uno, dos, tres… así, hasta nueve escalones son los que ha subido un vehículo tras irrumpir este miércoles en un vestíbulo de la calle Lagasca (distrito de Salamanca), sin que por suerte hubiera nadie en el portal a la hora del impacto. Por causas que están siendo investigadas, la conductora ha perdido el control y ha acabado dentro del edificio, reventando el portón metálico y chocando contra los ascensores del inmueble.
Dentro de uno de los elevadores se encontraban dos personas, que han resultado ilesas tras ser rescatadas por los Bomberos del Ayuntamiento de Madrid. El turismo, un todoterreno de color negro, ha sido remolcado por los mismos efectivos desplazados ante el asombro de propios y extraños. La mujer que conducía tampoco ha sufrido heridas, por lo que el suceso tan solo ha dejado daños materiales. La Policía Municipal ha colaborado en la intervención.
Al parecer, la conductora estaba aparcando alrededor de las 15.15 horas el vehículo, cuando ha pisado el acelerador en lugar del freno y este se ha lanzado contra las escaleras del edificio, en el número 75 de la citada vía.
Este hecho se suma a la particular lista de extraños accidentes de tráfico registrados en los últimos tiempos. Dos ejemplos: en noviembre del año pasado, la estación del metro ligero de María Tudor (en el barrio de Sanchinarro) sufría la embestida de otro coche, cuyo impacto provocaba grandes destrozos en el interior de las instalaciones. Al igual que ahora, no hubo que lamentar heridos ya que en ese momento la parada no estaba muy concurrida.
Y fuera de Madrid, el pasado mes de enero un hombre estrellaba su turismo contra la puerta de un supermercado en la localidad valenciana de Burjassot. Pese a que en el establecimiento había numerosos clientes, solo cuatro personas resultaron heridas, una de ellas el propio conductor, quien manifestó sentirse indispuesto instantes antes de producirse el siniestro.
Fuente ABC