El BCRA disparó una nueva baja de tasas tratando de dar en tres blancos en forma simultánea: ayudar al Tesoro en la licitación de deuda, reducir la bola de pases (la “ex bola de Leliq”) y presionar para que retorne rápidamente el crédito privado y resucite la economía.
De esta manera la tasa de política monetaria cedió 10 puntos al 60% y el rendimiento efectivo mensual pasa a ser de poco más del 4,75%. Esto deriva en una tasa efectiva anual de casi 80 por ciento.
Objetivo Tesoro
No es casualidad que esta reducción del BCRA en el costo del dinero se disponga justo cuando el Tesoro sale a buscar fondos en el mercado.
En la licitación de deuda hoy, la segunda en un mes, se lanza una combinación de instrumentos, dos nuevas letras a tasa fija capitalizable (Lecap), un bono que ajusta por CER y la reapertura de un título vinculado al dólar.
La realidad es que la deuda del Tesoro había comprimido mucho los rendimientos en pesos. Las Lecap a febrero bajaron fuerte de precio, cotizaban 8% arriba a $ 108 con un retorno de 3,8% efectivo mensual. Los pases, después de la reducción de tasas, ofrecen un tasa mensual y efectiva de 4,75%.
Si bien es alta diferencia de rendimientos, los pases en 4,75% y las Letras del Tesoro en 3,8%, ahora pueden alimentar los traspasos.
Objetivo déficit cuasifiscal
De fondo, la medida del BCRA descomprime una vez más el rojo cuasifiscal. Una de las preocupaciones existentes por la herencia que dejó la administración kirchnerista es la bola de pases, que representan 3 veces la base monetaria. Al bajar de 70% a 60%, el crecimiento de estos pasivos remunerados, que encima se capitalizan a diario, disminuye.
Por último, el flanco débil de la actual administración es la recesión. Aquí, con la menor tasa, y un equilibrio fiscal, la deuda del Tesoro no crece, los bancos deben canalizar su liquidez no ya al BCRA o a financiar al ministro de Economía Luis Caputo, sino a prestar a público o empresas. Hay pocas líneas de créditos hipotecarios en marcha, pero debería crecer el stock a público y empresas.
El equilibrio fiscal todo lo puede. Desde bajar velozmente la inflación a permitir al Gobierno financiarse a tasas más bajas.
Fuente El Cronista