Luego de casi dos décadas en la industria musical, los Jonas Brothers ya no son los niños que eran cuando comenzaron su camino en ella. Tampoco lo son sus fans, que crecieron junto a ellos y que hoy volvieron a ser adolescentes por una noche, celebrando el regreso de la banda de los hermanos al país, en el primer show de los tres que darán en el Movistar Arena. Lo cierto es que ellos fueron parte de esa misma generación a la que le cantaron, aquella que se crió con las películas y series que televisaba Disney Channel, cuyas estrellas convertía luego en fenómenos mundiales (uno de los más claros ejemplos es el de Miley Cyrus, quien protagonizaba Hannah Montana). Han pasado un poco más de diez años desde su última visita, pero la emoción y el espíritu de los “Jonáticos”(nombre con el que se identifican sus seguidores más fieles) siguen intactos.
Ese viaje a través de la nostalgia se tradujo a lo que fue el show: un repaso por cada etapa de sus carreras, recorriendo los álbumes con los que maduraron su talento, tanto aquellos que transitaron juntos como los de sus caminos en solitario. “Es hermoso estar de nuevo acá en Buenos Aires. ¿Quién está listo para volver a 2007?”, arrojó Joe a pocos minutos de reencontrarse con el público argentino, haciendo alusión al año en que lanzaron el disco.
Jonas Brothers, el primero con el que sus nombres comenzaron a hacerse conocidos globalmente. Los hits pop “S.O.S” y “Hold on” despertaron una euforia ensordecedora, que fue in crescendo, para luego dar lugar a la baladas románticas “Hello Beautiful” y “When You Look Me in the Eyes”, en las cuales los fanáticos levantaron unos carteles dirigidos a los cantantes que decían We’ve Been Missing You (“Los extrañamos”), en alusión a las letras de dichas canciones. Tampoco faltó en esta parte “Year 3000″, aquel cover de la banda Busted en cuyo videoclip el trío de hermanos viajaba a un futuro donde eran famosos en todo el mundo, algo que sería un presagio de lo que son hoy en día.
“Quince años atrás estuvimos en algunas películas juntos. Nos gustaría cantar algunas de las canciones que compartimos en ellas”, expresó nuevamente Joe, dando paso a una versión acústica de los temas “Gotta Find You”, “Introducing Me” y “Play My Music”, pertenecientes a “Camp Rock” 1 y 2, las películas de Disney que coprotagonizaron junto a Demi Lovato (otra integrante del grupo de talentos devenidos en estrellas) y que agigantaron la creación de un fuerte fandom de la banda, colocándolos aún más en el panorama internacional.
A little bit longer fue la siguiente era que trajeron al recuerdo, con la canción homónima en la que Nick habla sobre su diabetes, y las poderosas “Lovebug” y “Burnin’ up”, robustecidas por la sólida banda de músicos que los acompaña en la gira. Los hermanos aprovecharon algunos momentos para intercalar también algunos de sus temas más recientes, tales como “Waffle House” y “Summer baby”, del disco The Album, lanzado el año pasado. A pesar de que estos no tienen aún el mismo historial que los de las otras épocas, los fans no dejaron de corearlos en ningún momento, demostrando cuán fiel y vigente sigue su amor por la banda.
“Sabemos que hace tiempo no veníamos, gracias por siempre hacernos sentir tan bienvenidos”, se sinceró Joe, una vez más. Para muchos fue la oportunidad para cumplir el sueño de verlos en vivo que quizás de pequeños no tuvieron. Lines, Vines and Trying times fue el último disco lanzado por el grupo antes de separarse a fines de 2013, que fue, a su vez, el último año en que vinieron al país. De ese álbum sonaron con gran recibimiento algunas como “Fly with me” y “Paranoid”, y también hubo espacio para que Nick Jonas se luzca con “Jealous”, su éxito como solista, sumado a otro para que Joe cante “Cake by the ocean”, el hit que popularizó junto a su banda DNCE y que añadió tintes rockeros a la sonoridad del show.
Para finalizar la velada de oda y celebración a toda una carrera en la música, el trío eligió las canciones del disco Happiness Begins, el primero que volvieron a grabar luego de que volvieron a reunirse en 2019. “Sucker” y “Leave Before You Love Me”, el sencillo que comparten con el DJ estadounidense Marshmello, cerraron la noche, con los hermanos calzándose la bandera argentina y dándoles a sus Jonáticos un show inolvidable.
Es evidente que la fraternidad de Nick, Joe y Kevin y el amor por la música que comparten traspasa el tiempo. Talento no les falta para lucirse en sus trayectos solistas pero en conjunto son los únicos que logran darle identidad y vida a los Jonas Brothers. De chicos de la factoría Disney pasaron a llenar estadios homenajeando su pasado con la madurez de su presente. Cumplieron con el desafío de resumir cinco discos en dos horas y saldaron la deuda nostálgica con sus fanáticos, manteniendo vivo el espíritu adolescente.
Fuente La Nacion