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Domingo Cavallo, a quien el presidente Javier Milei calificó alguna vez como “el mejor ministro de Economía de la historia”, repasó en una extensa entrevista cómo llegó a elaborar su plan de convertibilidad y habló de las dudas que le generaba por aquel entonces el proceso de dolarización, una idea con la que el actual mandatario liberal insistió en campaña y hoy parece haber quedado postergada.
“Yo estaba convencido de que el dólar tenia que jugar un rol importante. En ese momento, cuando en el ámbito académico se discutían problemas de hiperinflación, lo que aparecía como solución era la dolarización de la economía. El propio Sturzenegger (Federico) escribió su tesis sobre eso. A mí no me parecía la solución mas adecuada, pero sí entendía que era necesario permitir que la economía se dolarice todo lo que quisiera”, recordó al participar como invitado del podcast “Shot Financiero”.
“Yo quería preservar el peso, no por el rol que iba a jugar en ese momento, sino porque si en un futuro lográbamos recuperar algún tipo de credibilidad a su alrededor, podía ser una moneda fiduciaria que compitiera con el dólar, esa era la idea”, agregó en el ciclo que conduce el periodista Guillermo Laborda y que se transmite por Spotify y Apple.
“Ahí apareció la propuesta de crear la caja de conversión para estabilizar completamente el valor del peso pero respaldado en dólares. Eso fue la ley de convertibilidad. Las ideas las traíamos desde 1989, desde la primera hiper, pero el formato definitivo lo hicimos a principios de 1991, cuando asumí la responsabilidad de ser ministro”, contó Cavallo.
Tipo de cambio de mercado y dólares del colchón
Sobre el tipo de cambio, el economista cordobés resaltó su decisión de poner una banda de flotación y habló de condiciones ideales para avanzar con la iniciativa.
“Para lanzar la convertibilidad teníamos que ver a donde se naturalizaba el tipo de cambio, entonces lo dejamos flotar. Puse una banda de flotación de 9 mil a 10 mil australes y se estabilizó ahí. Teníamos 4 mil millones de dólares de reserva neta y 40 mil millones de australes de base monetaria, así que daba justo para respaldar la base con esas reservas”, destacó.
Respecto a la posibilidad de que se produzca un salto del dólar al aplicar el plan, algo que desde el Gobierno temen que ocurra en caso de levantar el cepo con inmediatez, Cavallo recordó cuál fue su estrategia para disminuir los riesgos.
“Ese tipo de cambio con el que avanzamos era de mercado, lo habíamos dejado flotar e incluso le pedí al BCRA que le anticipara al Tesoro todos los pesos que necesitara para que limpie toda la deuda flotante o vencimientos de corto plazo. Entonces no había peligro de que una vez que lanzáramos la convertibilidad, el tipo de cambio tendiera a estar más alto”, explicó.
“Rápidamente, muchos dólares que estaban abajo del colchón o en Uruguay volvieron a la Argentina. Algunos se convirtieron en pesos y otros se depositaron directo en los bancos”, señaló.
Mecanismo para frenar la inflación y eliminación de retenciones
Cavallo recordó que durante los primeros meses el índice inflacionario era “un poco alto” dentro de los parámetros de un plan de convertibilidad.
“La inflación cayó como habíamos esperado, pero los dos o tres primeros meses había un 1% o 2% mensual, que para un régimen de convertibilidad era un poco alto . Eso ocurrió por el salto de los productos agropecuarios debido a la quita de retenciones. Pero después la tasa quedó por debajo del 1%. Si uno toma desde marzo de 1991 hasta marzo de 1992, en todo el año hubo menos de un 20% de inflación anual. Metimos un mecanismo de desindexación que terminó funcionando”, dijo.
Sobre la quita de retenciones, aseguró que se trató de una política fundamental para aspirar a crecer.
“La eliminación de retenciones al comercio exterior era fundamental, la única forma de que el país comenzara a exportar más y que esas exportaciones, acompañadas de inversiones, se convirtieran en el motor de crecimiento de la economía. Como íbamos a tener un tipo de cambio fijo, era clave no tener retenciones“, apuntó.
Un plan que no contó con el apoyo del FMI
En los inicios, el plan de convertibilidad de Cavallo no contaba con el apoyo del Fondo Monetario Internacional (FMI), que recién a los seis meses mostró interés.
“Cuando le explique el plan de convertibilidad y la eliminación de retenciones al Fondo, ellos me dijeron que no estaban de acuerdo. Yo no tenía paciencia para convencerlos y tampoco necesitada de su apoyo, así que los mandé a Washington y les dije que volviéramos a hablar cuando llegaran los primeros resultados. Ellos no nos apoyaron”, recordó el ex presidente del Banco Central.
“En un principio, a los técnicos del Fondo les prestaba atención, pero como no estaban de acuerdo con nuestras medidas, decidí prescindir de ellos. Después de un trimestre vieron que los resultados eran impresionantes y al segundo trimestre se convencieron de que teníamos razón y nos aprobaron un stand by. Al cuarto trimestre ya pasamos a un programa de facilidades ampliadas”, puntualizó.
“Quienes sí nos ayudaron para resolver el problema de la deuda fueron un subsecretario del Tesoro de EE.UU. y el subsecretario de relaciones internacionales de Japón, que se mantuvieron en contacto todo el tiempo”, concluyó.
Fuente El Cronista