El propio presidente Javier Milei aparece más sosegado a la hora de hablar de los legisladores en general y el Congreso en particular. Desde que usó la figura de “nido de ratas” para referirse al Parlamento y luego de que tras el aumento de sueldos en el Senado posteara en su cuenta de X un dibujo de roedores en las bancas, ha dejado de fustigar a los habitantes del Congreso, salvo alguna que otra excepción.
En el mismo tono se muestra el presidente de la Comisión de Legislación General del Senado, Bartolomé Abdala -que dicho sea de paso es también el presidente provisional-, quien se ha mostrado paciente en extremo durante el ya prolongado debate del plenario que analiza el proyecto de ley de Bases. En rigor, se repite en la Cámara alta la actitud de La Libertad Avanza adoptada en Diputados cuando el primer tratamiento de esa norma. Lo que entonces pretendía ser un trámite rápido se extendió conforme los pedidos de la oposición para convocar a invitados, mientras trataban de abrochar los votos necesarios para aprobar la ley.
Es lo que está sucediendo ahora en el Senado, donde ya no piensan que el dictamen vaya a salir esta semana. “Si sale el jueves, bienvenido… Pero sino, será la semana siguiente”, aclaró a Parlamentario.com una fuerte libertaria que, para ese entonces, daba por descartado que el Pacto de Mayo igual se firmaría el 25, más allá de que no hubiera ley antes.
Después se enteraría, como el resto de los miembros de La Libertad Avanza, de los dichos del presidente que en un inédito modo zen dijo que si el Pacto (y las leyes) no sale en mayo, será en junio, o será en julio. Pero todo se va a hacer: el Pacto, las leyes y las reformas.
“Ya no hay apuro”, garantizó otra fuente de LLA en el mismo tono, que dejó claro no obstante que “la idea es garantizar que no se ‘achure’ la ley”. Y cerró con cierta displicencia: que Diputados vote cuando quiera.
En ese marco, en el oficialismo se especula con una sesión el 29 o el 30 de mayo. Esto es, después de la fecha elegida por Milei para suscribir el Pacto de Mayo, se haga o no se haga aquello. Lo que en el oficialismo buscan garantizar ahora no son fechas, sino los votos que les permitan respirar aliviados. Para eso es que han cedido cosas -cuando no imaginaban que tendrían que hacer modificaciones en el Senado- y terminarán de acordar en estos días.
El vicejefe de Gabinete José Rolandi se ha transformado en un visitante asiduo de la Cámara alta, y es quien lleva adelante parte de las negociaciones con la oposición que deberá darle los votos al Gobierno para que salga la ley. La búsqueda de acuerdos incluiría atender requerimientos de todos los sectores: a los patagónicos finalmente les concederían un beneficio especial con Ganancias, elevando el piso a $2.200.000 para trabajadores solteros y unos $2.600.000 para casados. Accederían a una demanda de Guadalupe Tagliaferri sobre el blanqueo de familiares y a Martín Lousteau una modificación en el RIGI. “Pequeña”, aclaran.
Con el presidente del radicalismo se reunieron días pasados el ministro del Interior y José Rolandi, en un encuentro del que no se fueron con ninguna señal concreta sobre cuál será la postura definitiva del exembajador en Washington. Generó discordia ese encuentro en el seno del bloque radical, pero en las últimas horas sobrevino la calma. El Gobierno contribuyó reuniéndose con la bancada del partido centenario, donde habría consenso mayoritario de votar a favor en general. Aunque por “mayoritario” no pueda considerarse también al inasible Lousteau.
Confían en el oficialismo que las modificaciones permitirán traccionar la votación en general. Todavía no están los 37 que necesitan, pero cuando eso suceda, avanzarán hacia el dictamen. Mientras tanto, en las huestes de LLA dicen estar trabajando también en el bloque UP, cuyos principales referentes garantizan la incondicionalidad de los 33 senadores, al menos para la votación en general. En el oficialismo dicen estar trabajando para que sean 30. Podría haber alguna ausencia, dicen.
El dictamen estaría recién la próxima semana, y dependerá de la fecha saber cuándo, 7 días después, se abrirán las puertas del Senado. Ahí quieren ver en el oficialismo cuál es la postura de cada uno de los miembros del plenario, y si cuentan con 37 firmas de distintos senadores, que obviamente se transformarían en sendas votos a favor.
Fuente Mendoza Today