El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha vuelto a mostrarse muy crítico con las «concesiones» que el PSOE ha realizado a los partidos independentistas catalanes -«en un chantaje bastante inmoral»- a cambio de la gobernabilidad de España y ha mostrado su respeto ante la decisión del senador socialista y secretario general del partido en Aragón, Javier Lambán, de no participar en la votación en el Senado sobre la proposición de ley de amnistía. Una determinación «personal» que entiende.
«La amnistía no es perdón, es amnesia. Salvo que alguien quiera reinterpretar la historia», ha aseverado Page, cuestionado este miércoles por los medios sobre la influencia que el perdón a los condenados por el ‘procés’ ha tenido en las elecciones en Cataluña y el expediente que su formación va a abrir al dirigente aragonés.
«La aplicación de la normativa es habitual en los grupos parlamentarios», ha apuntado sobre este último aspecto. «No quiero interferir en lo que pueda hacer la Ejecutiva Federal, no es mi papel», ha recalcado en Requena durante la firma de un acuerdo de reciprocidad en la asistencia sanitaria entre la Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha.
El barón socialista, el único que gobierna con mayoría absoluta, ha recordado su «discrepancia bastante palpable en lo estratégico y en lo ideológico con la amnistía» y que manifestó en su momento lo que habría hecho en caso de estar en el lugar de Lambán. «No me atrevería a decir si es un problema de conciencia, eso ya queda para cada cual. Yo me conformo con tener claro que discrepo. Lo que pasa es que la discrepancia se somete a las reglas de las mayorías y las minorías, como es lógico en democracia», ha señalado.
Lejos de algunos análisis que vinculan la victoria del PSC en los comicios catalanes a la estrategia de Pedro Sánchez con los independentistas, García-Page ha asociado el triunfo de Salvador Illa -que espera que «no se frustre en las intrigas parlamentarias»- a la «moderación» y el «rechazo al frentismo» del candidato socialista a la Generalitat en contraposición al clima que cunde en la política nacional.
«El ‘procés’ acabó a los cinco minutos de que -Carles- Puigdemont declarase la independencia, porque a los cinco minutos la suspendió y se metió en un coche y salió corriendo. Otra cosa es que pueda haber otro nuevo, si se les permite. Lo que sí sé es que ahora mismo en España los instrumentos constitucionales y legales para evitar una segunda intentona, que si no viene ahora puede venir en otra generación, son algo menores que hace unos años. La historia tiende a repetirse», ha sostenido.
Fuente ABC