Califica de «aterradora» la reforma con la pretenden elegir por mayoría a 16 de los 20 vocales sin el PP: «No se puede ni plantear en Europa»

El presidente del Consejo General del Poder Judicia l , Vicente Guilarte, ha calificado este jueves de «aterradora» la proposición de ley que ha presentado Podemos desde el Grupo Mixto para que el Congreso pueda nombrar por mayoría a dieciséis de los veinte vocales del órgano prescindiendo del Grupo Popular. Guilarte ha señalado que «estaríamos ante leyes de la dictadura», en la que «nos hacían aprender que la unidad de poder y la coordinación de funciones» como principios del régimen. «Esto no se puede ni plantearse ante Europa. Sería destrozar la división de poderes, el fin de nuestra arquitectura constitucional. Es un disparate», ha insistido, confiando en que se esté utilizando más como una amenaza que como un planteamiento real. «Y aunque sea así no son desde luego términos hábiles para una negociación».
Durante su intervención en un desayuno celebrado en el Colegio de la Abogacía de Madrid, el presidente del órgano de gobierno de los jueces ha abundado en las consecuencias que tiene el hecho de que el CGPJ lleve en funciones cinco años, lo que implica, por lo pronto, que el sistema de elección que podría haber resultado operativo en otro momento «ya no lo es por la polarización del debate político». «En estos cinco años todo se ha degradado bastante y lo que ahora se buscaría en los vocales es una cierta militancia. En este sentido ha recordado que hay pendientes 122 nombramientos en la cúpula judicial española», y que hay que llevarlos a cabo con la mayor objetivación posible y buscando una vía de encuentro entre las posturas irreconciliables que mantienen los dos partidos que tienen que ponerse de acuerdo.
«Hay que rebajar la tensión y evitar la confrontación existente entre dos modelos que discurren por dos caminos diferentes y no se encuentran. Llevamos así cinco años y tengo la terrible sensación de que cuando se juntan (los interlocutores: Bolaños y Pons), se cuentan cada uno lo suyo y ya está. No les he oído todavía rebajar algo sus expectativas. Parece que están más en mantener y vender su discurso (culpabilizar al otro) que en una aproximación real, en un espacio de encuentro que no se intuye».
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Fuente ABC