Los pocos efectivos de la Policía local de Borox, una pequeña población en la comarca toledana de La Sagra, están desbordados por las carreras ilegales que se suceden desde hace un año aproximadamente. Conductores de coches tuneados se concentran las noches de los fines de semana y convierten las rotondas y un peralte del polígono industrial Jesús Menchero en un circuito de carreras ilegales. «Se cometen delitos contra la seguridad vial, como puede ser conducción temeraria o conducción negligente», apunta un agente.
La última reunión fue la madrugada del domingo. Dos policías lograron con habilidad disolver una concentración de una treintena de vehículos en un polígono que se encuentra a unos tres kilómetros del casco urbano. Multaron a una veintena de conductores por estar mal estacionados en una calle donde no se puede aparcar.
«Los participantes son gente brava, que se encaran con nosotros», cuenta un policía, que reclama la implicación de agentes de los cuerpos y fuerzas de seguridad, principalmente de la Guardia Civil, para erradicar estas congregaciones.
A primeros de mayo, el día 4, la Policía local supo que se iba a celebrar una de estas carreras ilegales. Los agentes realizaron controles de alcoholemia, porque no tenían los test de drogas, y así lograron disolver la concentración.
Entre los participantes de estas carreras, el nombre en clave de este circuito ilegal es Pakistán, un polígono en el que las fuerzas y cuerpos de seguridad también están llevado a cabo operaciones relacionadas con el robo y la quema de vehículos.
Fuente ABC