AREQUIPA, Perú – Mailen Babastro Reynosa es una madre cubana de 40 años, licenciada en derecho, quien dedicó más de una década a trabajar en el sector de Vivienda en la Isla. Actualmente, corre el riesgo de ser desalojada de un cuarto que habita en Guantánamo.
La historia reciente de Mailen es una de desamparo, civismo y pugna. Su situación ha sido publicada en medios oficiales del régimen cubano, los cuales han reducido el caso a una mera “ocupación ilegal”, cuando la abogada cubana ha apelado a la legitimidad en todas las instancias posibles.
El espacio en disputa está ubicado en la calle Santa Rita # 626 entre Paseo y el 1 norte. Allí Mailen vive con su madre jubilada y un hijo de seis años con problemas de salud.
Otrora, el inmueble formaba parte de una nave comercial que tras el triunfo castrista en 1959 vio varios de sus locales confiscados por la “Revolución”. Uno de ellos le fue entregado a la tía de Mailen, quien eventualmente se lo legó a su sobrina.
Desde pequeña vivió ahí en condiciones de hacinamiento, sin apenas ventilación y con una humedad perjudicial. Llegada la adultez, ya una profesional que laboraba en la Dirección Municipal de la Vivienda, decidió mejorar sus condiciones de vida al considerar la ampliación hacia un local colindante con su cuarto. Entonces, comenzó el conflicto.
Una Sociedad de Dominó llamada Doble Dos clama que tiene su espacio en ese local desde mediados del siglo pasado. Pero, más allá del título rimbombante, Mailen describe que en la práctica son un grupo de hombres que se reúnen principalmente en las afueras del recinto para jugar, apostar, ingerir bebidas alcohólicas, escandalizar, y en ocasiones, terminar a golpes.
Durante muchos años el lugar estuvo abandonado, e incluso después, como el dominó se jugaba en la calle, los jugadores lo utilizaron como garaje o tiradero de tarecos. De ahí que Mailen se dio a la tarea de buscar a su verdadero dueño o consultar a su heredero.
“Yo comencé la tramitación legal para solicitar el local porque conozco los pasos que lleva y los documentos. El dueño que existía me lo cedió, pero no podía hacerlo ante notario porque es un local de dos metros y medio de ancho por siete de largo”, contó la madre cubana a CubaNet.
“Él Insistía en que no sabía por qué vía me lo daría. Hizo un papel que, si bien no tiene todo el argumento legal, fue su voluntad dármelo porque realmente no sabía cómo iba a sacar a las personas que estaban ahí, quienes tenían comprometida a la comunidad con indisciplinas”.
Mailen investigó en el Ministerio de Justicia, en los archivos históricos de Guantánamo, y asegura que hasta con un trámite legal en el Tribunal Municipal de la ciudad se demostró que el local no tenía otro dueño.
“Ellos dijeron que eso era de Deporte. También demostré que no era de Deporte porque incluso negaron tener a su cargo esa área. Y después que yo hice todos los procedimientos para solicitarlo dos veces de forma legítima, me dijeron que no. Para tergiversar todo lo que estaba pasando dijeron que mi cuarto tenía un problema legal y por eso no me daban el local que estaba aledaño a mi vivienda. Un cuarto que el Consejo de Administración me había dado”.
Mientras todos los procesos legales se gestionaban, las confrontaciones con la “Sociedad de Dominó” estallaban al mismo tiempo. Discusiones, amenazas, ofensas.
“Nos sentíamos desamparadas ante tanto hostigamiento, incluso intentaron intimidarnos con feminicidio, porque ellos se sentían empoderados. Eran 60 hombres que jugaban ahí, más de la mitad eran desocupados, pero otros sí tenían referencia en la sociedad, como policías, un fiscal, uno que era dirigente en el Partido Comunista”.
“Tú puedes ir a donde quieras que nosotros vamos a atacar para que no te den el local”, le advirtieron a Mailen, y así lo han hecho, señala la cubana. A todos los lugares que la abogada apelaba, se le negó la posibilidad, llegando incluso a entregar cartas a entidades a nivel nacional.
“Yo rompí y me metí. Porque si no es de nadie y las autoridades locales no me ayudan… A raíz de eso el hostigamiento ha sido peor. Nunca han resuelto mi situación, más bien han venido a decirme que si no salgo del local, me van sacar con la policía o con el MININT. Que tampoco puede ser con el MININT porque es la única institución que me ha apoyado”.
Según Mailen, el Gobierno municipal insiste en que ella está “ilegal” aún sin una resolución que lo demuestre. En su más reciente ultimátum le notificaron que de no ceder, la sacarían del local por la fuerza.
“He salido por el periódico de la ciudad, por internet, en la televisión. Todo el tiempo diciendo que soy corrupta, que soy ilegal, usurpadora. Nunca con argumentos de base, nunca demostrando que ellos [jugadores de dominó] son dueños, ni siquiera con un papel en su mano. Y yo con todos los documentos que tengo me siento ahora mismo en un estado de vulnerabilidad”.
Mailen lleva tiempo sin dormir porque cada vez que siente un carro o una persona en las afueras de su casa teme lo peor. Como muchos en la Isla, la joven madre subsiste gracias a remesas que agradece a amigos en el exterior. Tuvo que pedir la baja en el trabajo luego de ser sancionada varias veces por ocupar el local.
Su hijo pequeño, asmático y alérgico, también padece problemas de sueño y Ecolalia, un trastorno del habla cuya mejora depende en buena medida de ambientes de paz y estabilidad. Su madre jubilada, afectaciones en la tiroides y dermatitis crónica.
“Es muy fácil parece escuchar la voz de 60 hombres que lo tienen es deseos de jugar y de ingerir bebidas alcohólicas, pero parece que les ha resultado muy difícil escuchar la opinión y la necesidad de una madre que en este caso no está pidiendo una gran cosa (…) Da pena que siendo abogada, yo misma no me pueda ayudar”.
Mailen hace un llamado a las autoridades nacionales. “Que me tengan en cuenta”, subraya. No vive ajena a la crisis existente en la Isla. En cualquier caso, no aspira a subsidios, ni ayudas materiales del gobierno, más allá de la posibilidad de vivir “por un día” con un mínimo de dignidad junto a su familia.
Sigue nuestro canal de WhatsApp. Recibe la información de CubaNet en tu celular a través de Telegram.
Fuente Cubanet.org