Los préstamos en dólares siguen avanzando con fuerza. Los exportadores aprovechan las tasas accesibles de créditos en moneda extranjera, mientras el ritmo de devaluación se mantiene en la zona del 2% mensual. Por su parte, las entidades bancarias están en búsqueda de mayor rentabilidad a través de préstamos al sector privado.
Los datos del Banco Central indican que al 21 de mayo el stock de préstamos en dólares al sector privado ascendía a u$s 6318 millones. La cifra implica un incremento de u$s 474 millones (8%) en lo que va del mes y u$s 2555 millones (68%) desde principios de marzo, cuando empezó a observarse un repunte sostenido.
De acuerdo con el economista Gabriel Caamaño, los bancos están saliendo de manera más agresiva a colocar liquidez en el mercado porque el plan del presidente Javier Milei los está “licuando” y el agro es uno de los sectores al que más le ofrecen crédito en moneda extranjera, porque deben hacerlo a empresas con ingresos en dólares o dolarizables.
“La mayor demanda, si se quiere ver por el lado positivo, puede ser producto del ancla fiscal. Si se quiere ver desde un lado no tan positivo, puede ser por el tema del crawling peg del 2% mensual, lo que da un seguro implícito si el tomador del crédito cree que esa regla se va a mantener. Esto puede estar impulsado la demanda”, sostiene.
Pablo Repetto, jefe de research de Aurum, afirma que gran parte de la suba del stock del crédito en moneda extranjera se explica por mayor demanda por parte de las empresas del sector agroindustrial, que toman estos préstamos con el objetivo de prefinanciar las exportaciones a través de los bancos con tasas de interés accesibles, menor a la de los créditos en pesos.
“Cuando las empresas exportan sus productos, como el ingreso de esas ventas en algunas ocasiones tarda un tiempo en llegar, toman créditos en dólares para los gastos operativos de la exportación que van a realizar. Los bancos les financian las exportaciones contra esa orden de venta a futuro”, explica Repetto.
De acuerdo con el especialista, es como un “préstamo garantizado” en el que el banco le entrega las divisas de manera anticipada a cambio de una tasa, que es muy baja, lo cual “le sirve al exportador para financiarse y al banco porque es un crédito seguro que tiene como contrapartida los depósitos en dólares, que sino no pueden destinarlos a nada más”.
Repetto destaca que los préstamos en dólares para prefinanciar las exportaciones deben liquidarse en el momento en pesos, lo que favorece al BCRA en su objetivo de recomponer reservas. De hecho, resalta, parte de esto explicó la oferta de divisas que hubo en marzo y abril, previo al inicio de liquidaciones de la cosecha gruesa.
Los analistas de LCG señalan que las menores liquidaciones del agro se dan en medio de la expectativa de una corrección del tipo de cambio oficial tras el “atraso acelerado de los últimos meses” y la suba de la cotización de la soja en el mercado de Chicago, lo que les da incentivos a “quedarse en silobolsas” y no vender.
“Mientras tanto, un aumento de los préstamos en dólares parecería estar cubriendo la diferencia: en el último mes crecieron 16%. Todo este panorama podría revertirse pronto, en la medida en que el precio de la soja suba. Si no ocurriera, no hay que descartar algún aliciente de precio (¿dólar soja III?), porque la liquidación de la cosecha gruesa es prioridad”, advierten.
Fuente El Cronista