
Lejos de dar por cerrado el tema, el acuerdo aumentó el enojo de las asociaciones de consumidores y de los abogados querellantes. Estos ahora evalúan llevar sus investigaciones, por cartelización entre OSDE y Swiss Medical y por los manejos de fondos de OSDE con sus proveedores, en teoría de empresas cautivas, propiedad de sus directivos, a las comisiones de salud y defensa del consumidor de las cámaras de diputados de nación y provincia.
A partir del DNU 70/23, las empresas pudieron fijar sus porcentajes de aumento y montos de cuota y, además, decidir cuánto de esos aumentos trasladaban a sus prestadores: en pocos meses, las cuotas se dispararon y los honorarios médicos y salarios del sector quedaron casi fijos. Este combo expuso a las empresas, acostumbradas al perfil bajo, a excepción de Swiss Medical y su titular, Claudio Bellocopit, a la furia de sus usuarios y, a continuación, a la pregunta del millón: ¿Qué hacen con la plata?
Esta misma pregunta se hizo la jueza a cargo del juzgado federal Nro. 2 de Concepción del Uruguay, María Isabel Caccioppoli, que instruyó a la fiscal interviniente para que inicie una demanda penal por desobediencia a los directivos de OSDE, por no entregar los estados contables de la empresa.
El presidente de OSDE, el empresario dueño de varias concesionarias de autos, Martín Pochat, enfrenta ahora tres denuncias penales por desobediencia: la primera en Mendoza, la mencionada en Concepción del Uruguay y la tercera en CABA, por parte de un amparista jubilado, patrocinado por la Dra. Valeria Carreras, que interviene en la causa ARA San Juan, entre otras de alta visibilidad.
“La negativa de OSDE a mostrar sus libros coincide con denuncias sobre manejos incompatibles, denunciados recientemente, con empresas proveedoras en manos de familiares de directivos, que van de muebles de oficina, que cambian cada dos años, a consultoras informáticas y otras que estamos investigando”, señaló Carreras en declaraciones periodísticas.
Carreras sostuvo que “tanto en San Martín como en Concepción del Uruguay, las respectivas cámaras fueron muy permeables a los deseos de las empresas. Nos queda la demanda penal, que vamos a ir a ratificar por estas horas, y la investigación por cartelización, que avanza muy bien. Después veremos si la presentamos en sede judicial o a través del poder legislativo”.
A fines de 2020, Pochat, que ya integraba la comisión directiva de OSDE y tenía a varias empresas propias como proveedoras del gigante de salud, compró Car One, lo que significó un salto cuantitativo en el volumen de sus operaciones en el negocio automotor. En los primeros meses del año siguiente, la mitad de la comisión pidió explicaciones sobre el origen de los fondos. Obtuvo la expulsión por toda respuesta.
Fuego cruzado
OSDE enfrenta, además, la furia de su aliado y socio hasta ayer, Claudio Belocopitt. Fuentes del sector confirman que Belocopitt quedó muy enojado con el resto de la industria, y especialmente con OSDE, porque esperaba que salieran en su defensa cuando fue atacado por los trolls presidenciales y sólo obtuvo silencio de su parte.
Como consecuencia de esa campaña en su contra, Belocopitt renunció a la presidencia de la Unión Argentina de Salud y desde entonces cultiva el perfil bajo. La presidencia quedó provisoriamente en manos de representantes de empresas muy menores, ante la negativa de OSDE de reemplazar a Belocopitt.
No se sabe con certeza qué forma adoptará la vendetta, pero hay un dato real. “El actual Superintendente de Servicios de Salud, Gabriel Oriolo, se encuentra hoy mucho más cerca de Belocopitt que de OSDE, empresa de la que se fue muy mal, justamente por diferencias en la política de contrataciones”, explica otro exdirectivo y gran conocedor del sector. Y agrega que “nadie conoce los manejos de OSDE mejor que Claudio, que es su socio hace treinta años y su jefe hace cinco o seis”.
Fuente Mendoza Today