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Un reciente estudio ha encendido las alarmas en el mundo del deporte: ciertas actividades físicas pueden aumentar significativamente el riesgo de padecer enfermedades neurológicas.
Esta revelación, producto del trabajo minucioso de investigadores científicos de la Universidad de Medicina de Michigan llegaron a conclusiones increíbles para los deportistas.
¿Qué deportes son los más riesgosos para la salud neurológica?
Según un artículo publicado por Alimente+, el estudio realizado en la universidad estadounidense reveló que realizar ciertos deportes y actividades podría aumentar el riesgo de desarrollar esclerosis lateral amiotrófica (ELA).
En particular, se encontró que:
- Los hombres que juegan al golf tienen un riesgo 3 veces mayor de desarrollar ELA.
- Actividades como la jardinería, la carpintería y la caza también se asociaron con un mayor riesgo.
El estudio se publicó en el medio de renombre Journal of the neurological sciences. Para hacerlo, se entrevistó a 400 personas diagnosticadas con ELA y casi 300 sin la afección.
Se encontró que estos deportes y pasatiempos presentan un riesgo significativamente mayor, especialmente entre los hombres.
La exposición a factores ambientales, como pesticidas y productos químicos, podría ser un factor clave en esta relación. Sin embargo, faltan mayores estudios al respecto.
Diferencias de género en el riesgo de desarrollar ELA gracias al deporte
Una observación interesante del estudio es que las asociaciones entre las actividades recreativas y el riesgo de desarrollar ELA se manifestaron predominantemente en hombres.
En contraste, no se encontró ningún riesgo significativo relacionado con estas actividades en mujeres.
Este resultado específico de género pone de relieve la complejidad de la ELA y sugiere que diversos factores genéticos, biológicos y ambientales podrían influir en la enfermedad de manera diferente según el género.
El concepto de ‘exposoma de ELA‘ fue introducido para describir la exposición acumulativa a diversos factores ambientales a lo largo de la vida que podrían contribuir al desarrollo de la ELA.
Este concepto abarca desde exposiciones ocupacionales hasta decisiones de estilo de vida, como el tabaquismo y la dieta. El estudio actual añade ciertas actividades recreativas a esta lista, lo que sugiere que también podrían desempeñar un papel importante en la configuración del exposoma de ELA.
“Los estudios futuros deberían incluir estas actividades para determinar cómo se pueden entender en el contexto de la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de ELA”, indicó Stephen Goutman, director de la Clínica Pranger ALS, director asociado del Centro de Excelencia ALS de la Universidad de Michigan y coautor de la investigación.
Fuente El Cronista