A unos días de las elecciones catalanas, llegó el acuerdo para la reforma del subsidio de desempleo. A unos días de las europeas, llega el de los planes de igualdad LGTBI. Sin embargo, entre ambos existe una gran diferencia: el primero contó solo con el apoyo de los sindicatos, mientras que el segundo también lo ha tenido de la patronal.
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha anunciado este lunes en una entrevista en LaSexta el primer acuerdo tripartito (Gobierno, trabajadores y empresarios) del diálogo social en esta legislatura. El pacto llega justo en el momento en que las relaciones con la CEOE atravesaban su peor clima y en la recta final de la campaña en la que su formación, Sumar, se juega su hegemonía en el espacio a la izquierda del PSOE frente a Podemos.
La vicepresidenta ha presumido de que España es el primer país con una norma en este sentido. Entre las novedades, están la creación de protocolos contra el acoso o la formación en las empresas para la igualdad y no discriminación.
Según ha detallado el Ministerio de Trabajo, cuando entre en vigor este desarrollo reglamentario, las empresas de más de 50 trabajadores estarán obligadas a tener medidas para garantizar la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI. En las empresas con convenios en vigor, añaden, se deberá abrir negociación para incluir estas medidas.
También será obligatoria la creación de un protocolo contra el acoso y la violencia donde se identifiquen prácticas preventivas y mecanismos de detección y de actuación frente al mismo. Junto a esto, se incluirá formación para la igualdad y no discriminación.
La Inspección de Trabajo vigilará el cumplimiento de estas medidas contemplando sanciones para las empresas que no cumplan con la norma, señala Trabajo.
A unos días de las elecciones catalanas, llegó el acuerdo para la reforma del subsidio de desempleo. A unos días de las europeas, llega el de los planes de igualdad LGTBI. Sin embargo, entre ambos existe una gran diferencia: el primero contó solo con el apoyo de los sindicatos, mientras que el segundo también lo ha tenido de la patronal.
Fuente El Confidencial