Por Mariano Roa
Es un tramo de casi 10 kilómetros de la autopista Presidente Perón que nunca se terminó. Atraviesa 12 municipios del Gran Buenos Aires.
El jueves pasado el flamante jefe de Gabinete, Guillermo Francos, recibió a dos funcionarios bonaerenses e intendentes.
El insondable conurbano bonaerense tiene cuatro grandes anillos viales que lo atraviesan e intentan ordenarlo. La argolla más chica es la General Paz, que hace de frontera con la Ciudad de Buenos Aires. Le sigue la ruta 4 y ya en el Tercer Cordón, la 6. En el medio de estas dos, aparece la autopista más nueva de todas, aunque el proyecto nunca se terminó del todo. Es la continuación del Buen Ayre, más allá del Acceso Oeste. Se llama Presidente Perón, cuyas obras fueron suspendidas y nadie sabe bien cuándo se retomarán.
Una obra pública abandonada se convierte en tierra de nadie. Al otro día de la interrupción de la ejecución de los trabajos se enciende otra ejecución: la de los ocupas. Una mafia eficiente y aceitada por la necesidades de los necesitados.
El jueves, minutos antes de su primera reunión formal como Jefe de Gabinete, Guillermo Francos recibió en la Casa Rosada a dos de los principales funcionarios de Axel Kicillof y a un poderoso intendente del GBA. También participó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
Algo hizo que Javier Milei y Axel Kicillof se olviden del odio mutuo que acostumbran diferirse. Al fin y al cabo, ambos deberían administrar los recursos de Nación y Provincia para mejorarle la vida a la gente. O, por lo menos, no insistir en complicarla aún más.
La preocupación de Francos, Bullrich y los funcionarios de Kicillof parece consistir en un tema de inseguridad relacionado con el tráfico de drogas, que vendría creciendo en forma exponencial.
El abandono de los trabajos de la prometida Autopista Perón afecta a un tramo de 10 km. Alertan que el lugar se convirtió en uno de los más peligrosos del Conurbano. Los traficantes lo usan para trasladar la droga que terminan vendiendo en las barriadas aledañas, y los motochorros, como una eficaz vía de escape tras cometer delitos.
Es la primera vez desde que asumió Javier Milei que altos funcionarios del gobernador Kicillof entran a la Casa Rosada para una reunión de trabajo. Los emisarios bonaerenses fueron los ministros Gabriel Katopodis, de Infraestructura, su par de Seguridad ,Javier Alonso, y el intendente peronista de Almirante Brown, Mariano Cascallares.
“Fue una buena reunión. Hubo respeto y comprensión de que muchos problemas deben ser abordados con un trabajo conjunto del Gobierno Nacional junto con el bonaerense”, señaló a Clarín uno de los presentes.
Desde el Ministerio de Seguridad bonaerense aseguran que ese sector de la autopista está dominado por soldados de los jefes del narcotráfico, que lo usan para llevar y traer drogas a diferentes comunas. El tramo está asfaltado, pero no tiene luces. Tampoco señalización ni conexiones.
La Presidente Perón es una extensa traza que debería unir Acceso Oeste con la ciudad de La Plata. Arrancó hace ya varios años pero nunca se finalizó.
El lugar sin terminar atraviesa los municipios de Merlo, Moreno e Ituzaingó. También afecta a una parte de Hurlingham en una punta y a La Matanza, en la otra. El sector es considerado como uno de los más importantes de toda la traza ya que es donde debería conectarse con el Camino del Buen Ayre, a la altura del Acceso Oeste.Una zona de la autopista abandonada está asfaltada, por eso los narcotraficantes la usan para vender la droga y los motochorros para escapar rápido de la policía.
Las autoridades advierten el peligro de lo que denominan la “ruta de la droga“. Hace dos meses el propio Axel Kicillof llamó de urgencia a media docena de jefes comunales para advertirles sobre el peligro de que no se terminen los trabajos y que los narcos van a crecer en sus negocios penetrando en los barrios más pobres para vender la droga.
“En esa reunión, Kicillof nos presentó un informe que hicieron en el Ministerio de Seguridad donde alerta sobre la utilización de ese camino por los soldados de los traficantes para distribuir los estupefacientes. También hay otro trabajo de inteligencia sobre hechos delictivos en zonas cercanas. En general, son robos al voleo de motochorros que llegan y se escapan por las facilidades que otorga esa ruta”, le cuenta a Clarín uno de los jefes comunales.
Desde el Ministerio que lidera Javier Alonso, confirmaron a este diario que “se puso en advertencia” a los intendentes sobre el crecimiento del delito en esa zona. Y que es de suma importancia intentar conseguir los fondos para poder terminar la obra.
Antes de la reunión de este jueves con Francos, desde el Ministerio de Obras Públicas provincial que conduce Gabriel Katopodis señalaron que dudan que la plata que la Nación debería enviar para terminar con los trabajos aparecerá. También admitieron que las cuentas de las administración del Gobierno provincial no están en condiciones de aportar los fondos necesarios para finalizarlas, por lo menos en el corto plazo. Calculan que con unos $1.000 millones podrían terminar de adecuar los sectores que aún no se terminaron.
Ahora, con la asunción de Francos se abre otra perspectiva, ya que el flamante jefe de Gabinete es un viejo conocido de varios intendentes del Conurbano por su pasado peronista. Incluso fue compañero en el Gabinete del ex gobernador Daniel Scioli de varios de ellos, como de Cascallares.
Fuente Clarin