La Fed prolonga el compás de espera. Una semana después de que el Banco Central Europeo anunciara su primer recorte de tipos, la institución que preside Jerome Powell se movió aferró a los pronósticos y decidió mantener los tipos de interés en el rango del 5,25%-5,5% por séptima reunión consecutiva. Una medida que vino acompañada con un mensaje que viene a enfriar las expectativas de bajadas para este año.
La situación no tiene nada que ver con la de marzo, cuando el banco central estadounidense publicó sus anteriores previsiones. Desde entonces, la persistencia de la inflación ha sorprendido. Ya lo advirtió el propio presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, tras la última reunión del FOMC: no hay progresos hacia el objetivo del 2%. Pese a que los datos de abril y mayo han sido buenos (en este último mes el IPC ha bajado una décima y el subyacente, dos), el organismo debía adaptar sus previsiones a las del mercado, que han ido empeorando desde marzo. Y así lo ha hecho este miércoles.
De las tres bajadas para este año que indicaba el consenso entonces, la Fed ha pasado a anticipar solo una. Si entonces 9 de los 19 miembros del FOMC se decantaba por el triplete, ahora no hay ninguno que lo haga. Es más, hasta cuatro consideran que no habrá ningún recorte, frente a los dos de marzo. Las posiciones mayoritarias basculan entre las dos bajas (ocho miembros) y una única bajada (siete).
Pese a este jarro de agua fría, el tono del comunicado de la Fed es más positivo que el de la última reunión, en mayo. “En los últimos meses se han producido modestos avances hacia el objetivo de inflación del 2 por ciento”, dice. En cambio, hace mes y medio señalaba la ausencia de esos avances. Además, en sus previsiones, la Fed ofrece un camino esperanzador al mercado, al plantear hasta cuatro recortes de las tasas de interés en 2025 (una más de las previstas en marzo) y otras cuatro en 2026, lo que llevaría el precio del dinero al entorno del 3%, el mismo objetivo que se habían marcado tres meses antes.
“No describiríamos necesariamente el anuncio de hoy como hawkish, en particular porque la declaración incluye una evaluación de que en los últimos meses, ha habido un modesto progreso adicional hacia el objetivo de inflación del 2% [del FOMC]”, señalan los expertos de Capital Economics, que mantienen sobre la mesa la posibilidad de un recorte de tipos en septiembre.
Más inflación
Una posibilidad, la de recortar las tasas en septiembre que ni el propio presidente de la Fed, Jerome Powell, se atrevió a descartar en su comparecencia posterior al comunicado. La decisión que ha tomado ese miércoles la Reserva Federal se sostiene en una revisión al alza de la inflación. Si en marzo preveía un 2,4% para este año, ahora añade dos décimas más, y lo mismo hace con la subyacente, que se situará en el 2,8%. El año que viene, ambas alcanzarán el 2,3%, una décima más que la estimación anterior. Según la Fed, el objetivo del 2% no se alcanzará hasta 2026.
La Fed no cambia sus estimaciones de crecimiento: 2,1% en 2024 y 2% para 2025 y 2026
Unas cifras que llegan precisamente después de que este mismo miércoles se conocieran los datos de inflación en Estados Unidos en mayo, que mostraron una desaceleración de los precios superior a lo estimado. Powell reconoció que estos números suponen una buena noticia, pero insistió en la necesidad de seguir acumulando lecturas favorables que permitan a la Fed ganar confianza sobre el rumbo de la inflación antes de plantearse un recorte de los tipos de interés.
La Fed acompañó sus proyecciones sobre la inflación de una lectura moderadamente positiva de la economía, con el PIB llamado a crecer un 2,1% en 2024 y un 2% los dos años siguientes, mientras el desempleo se mantiene en torno al 4%, con ligeros repuntes respecto a las previsiones de marzo. En este sentido, sin embargo, Powell se mostró confiado en la situación del mercado laboral, señalando que las distorsiones generadas tras la pandemia están prácticamente resueltas, lo que debería ayudar a controlar la inflación.
El mensaje de Powell, muy insistente –al estilo del BCE– en que el camino de los tipos será decidido “reunión a reunión”, apenas se hizo notar en los mercados financieros, donde pareció predominar la buena nueva que supuso previamente el dato de inflación frente a las posibles interpretaciones hawkish de las previsiones de la Fed. Así, Wall Street mantuvo al cierre las sólidas ganancias que ya reflejaba antes de la reunión de la Fed, mientras que los bonos sí veían evaporarse alrededor de la mitad de las ganancias que habían cosechado tras la sorpresa positiva que había deparado previamente la inflación.
La Fed prolonga el compás de espera. Una semana después de que el Banco Central Europeo anunciara su primer recorte de tipos, la institución que preside Jerome Powell se movió aferró a los pronósticos y decidió mantener los tipos de interés en el rango del 5,25%-5,5% por séptima reunión consecutiva. Una medida que vino acompañada con un mensaje que viene a enfriar las expectativas de bajadas para este año.
Fuente El Confidencial