El 14 de Junio de 1982 finalizó la contienda con el resultado que todos conocemos. Ese evento dejó muchos interrogantes y cuestiones a resolver. Una de las más notables está dada por el destino que tuvo el portaviones Invencible a partir de una batalla aero naval ocurrida el 30 de Mayo de aquel año.
Desde la Base Río Grande en Tierra del Fuego salieron dos aviones Super Étendard de la Marina, bajo el mando del Capitán de Corbeta Alejandro Francisco y el otro pilotado por el Teniente de Navío Luis Collavino y cuatro A4-C de la Fuerza Aérea a cargo de los Primeros Tenientes José Vazquez, Ernesto Ureta y Omar Castillo y el Alférez Gerardo Isaac; su misión fue atacar al portaviones que se encontraba al sureste de las Islas Malvinas; uno de los Super Étendard llevaba al último misil Exocet AM-39 de los que Argentina contó en el conflicto, los demás aviones portaban bombas de 250 Kgs como armamento.
Después de reabastecerse en el aire llegaron al punto de ataque contra la nave insignia de la flota del Reino Unido. A partir de ese momento surgieron dos versiones sobre el resultado del evento. Por un lado el relato británico diciendo que el portaviones nunca fue atacado y por el lado argentino que sí se lo atacó y que el buque recibió el impacto del misil y que la columna de humo que dejó sirvió como referencia a los A4-C para hacer lo mismo.
Como vemos los puntos de vista son muy disímiles. A pesar que la controversia continúa en la actualidad, a través de los años surgieron datos que llevan a suponer con cierto grado de veracidad que el Invencible sí fue atacado y tal vez hundido en esa oportunidad.
Algunos datos que apoyan la teoría del hundimiento no solo lo aportan argentinos, como son los mismos pilotos protagonistas del ataque sino también los encargados de los radares ubicados en Puerto Argentino que observaron a los aviones ingleses sobrevolando el punto donde se ubicaba el portaviones y realizando distintas trayectorias buscando un nuevo destino. También la palabra de corresponsal de guerra británico quien enviaba a su base de prensa en Gran Bretaña los informes diarios lo hacía, como todos los buques ingleses, mediante el sistema satelital que poseía el Invencible y que a partir de ese día tuvo que dejar de hacerlo; debemos recordar que en ese buque se encontraba el Príncipe Andrés de la Corona Británica quien en algún reportaje explicó que fueron atacados recibiendo la órden de tirarse al piso de la pista sin agregar mayores detalles. Sabido es que el príncipe volvió a Inglaterra en el HMS Hermes. Informes de la Marina Real dan cuenta de que al Invencible le hicieron cambio de turbinas en alta mar, tarea que se hace habitualmente en puerto seguro y por razones de daño.
Son muchas las incógnitas que rodean al caso y todavía siguen. Todos sabemos que Gran Bretaña estableció la “zona de exclusión” alrededor de las islas, pero tiempo después del conflicto agregó otra zona de exclusión más estricta y que abarca muchas millas hacia el este de Puerto Argentino donde durante 50 años ha prohibido la realización de estudios de todo tipo y que la información sobre la contienda estará vedada al mundo hasta dentro de 90 años.
La flota que participó en Malvinas retornó a puerto de orígen unas semanas después de la finalización y el estado que presentaba mostraba el desgaste de pintura y el efecto de la oxidación propia de meses con falta de mantenimiento y sin embargo a mediados de Setiembre de 1982 llegó un supuesto HMS Invincible con la estructura intacta e impecable pintura; en ese tiempo el buque tenía dos naves mellizas denominados HMS Illustridous y el HMS Ark Royal, lo que alimenta más la teoría de que en el fondo del mar frente a las Islas Malvinas debe andar rondando un fantasma llamado HMS Invincible.
Fuente Mendoza Today