Los premios más jugosos en los casinos: ¿golpes de suerte o experiencia en el juego?

Los juegos de casino ofrecen emociones sin igual, son trepidantes y divertidos, pero también pueden generar mucho desasosiego entre quienes pierden grandes sumas de dinero. En este caso no vamos a poner el foco en las situaciones desafortunadas, sino en aquellas personas que consiguieron vencer a la banca y lo hicieron acumulando premios históricos. Hablamos de jugadores que se agenciaron fortunas de millones de dólares. Y ante esto, la pregunta que surge es, ¿son simplemente golpes de suerte o es que sabía perfectamente cómo operar para hacerse con esos premios? Sigue leyendo para descubrirlo.

 

Karry Packer en Las Vegas

Karry Packer, un empresario australiano dueño de varios medios de comunicación, se hizo con un premio valorado en 40 millones de dólares en Las Vegas, en concreto en el MGM Grand. El empresario construyó un gran entramado de televisiones y periódico de tirada nacional y se calcula que cuando falleció en 2015 tenía una fortuna de 6.500 millones de dólares.

Pero yendo a lo esencial, su relación con el juego, esta se inició ya incluso antes de nacer, pues su familia era asidua a esta actividad. De hecho, su abuelo utilizó el dinero que ganó en una carrera de caballos para invertirlo en un viaje a Sidney, donde comenzó en la industria de los medios de comunicación.

Volviendo a Packer, en sus viajes de negocios recorrió muchos casinos y salas de juego, pero fue en Las Vegas, la capital del entretenimiento, donde logró el mayor premio de la historia, valorando en 40 millones de dólares jugando al baccarat. No obstante, se estima que en los siguientes 10 meses acumuló más de 28 millones dólares en pérdidas.

 

Excalibur Hotel and Casino, Las Vegas

También en Las Vegas se produjo el segundo premio más cuantioso de la historia. De este caso no se conoce la identidad del ganador, solo se sabe que era un ingeniero informático estadounidense que viajó hasta esta ciudad para ver un partido de baloncesto.

En el impasse antes de acudir al pabellón decidió acudir a un casino y jugar partidas en la tragaperras Megabucks. En concreto invirtió 100 dólares, lo que le permitió adquirir a cambio 39 millones de dólares.

Nunca unos 100 dólares fueron tan rentables. El hito, que ocurrió en 2003, sirvió para que este juego volviera a recuperar notoriedad. Además, se produjo en un momento en el que internet ya tomaba fuerza, lo que permitió el crecimiento del juego en línea con las tragamonedas online y otras muchas modalidades de slots.

 

Palace Station Casino, Las Vegas

Seguimos sin abandonar Las Vegas, pero nos desplazamos desde el Excalibur hasta el Palace Station. En este casino una señora de la que tampoco se ha desvelado su identidad consiguió un premio de 27 millones de dólares en el año 1998.

Lo curioso de este caso es que esa mujer, que entonces tenía 60 años, iba a abandonar el juego porque sufría una mala racha y no hacía más que perder dinero. Pero fue entonces cuando la suerte cambió. Sus partidas en el slot Megabuck dieron un giro completo ese 15 de noviembre del año 1998.

En una actuación más que sensata, la señora abandonó el casino con su premio, una cifra millonaria que sin duda le permitió unos años de vida muy relajados, sin preocupaciones económicas de ningún tipo.

 

Emer Sherwin en The Mirage

Terminamos con otro premio que se concedió en un casino de Las Vegas, en concreto en The Mirage. De esta historia sí se conoce el afortunado, Emer Sherwin. Este veterano de guerra tenía 75 años cuando consiguió un premio de 4,6 millones de dólares solo 10 horas después de que el casino abriera sus puertas en su inauguración en el año 1989.

Pero, no contento con esto, unos 15 años más tarde, cuando ya era un nonagenario, volvió a llevarse un premio histórico. Jugando a la ruleta se hizo con una recompensa, fruto del azar (o de su pericia), valorada en 21 millones de dólares.

Sherwin, que ya disfrutaba de una vida plácida, decidió invertir parte de ese dinero en ayudar a las víctimas del huracán Katrina, la que todavía se recuerda como una de las peores catástrofes ambientales en Estados Unidos. Tuvo lugar en Nueva Orleans, Luisiana, Florida y otros estados del país en el mes de agosto de 2005 y se cobró la vida de casi 1.900 personas.

Fuente Periodico Tribuna