AREQUIPA, Perú – Las leyendas de tesoros ocultos en Cuba son una parte pintoresca del folclore y la historia de la Isla. Desde la Cueva de Ambrosio en Varadero, pasando por la playa de Guardalavaca, hasta la Fortaleza de Atarés en La Habana, cada lugar tiene su propia historia de riquezas escondidas y aventuras.
Aunque estos tesoros aún no han sido descubiertos, las leyendas continúan capturando la imaginación de todos los que escuchan sus historias, manteniendo viva la esperanza de que algún día, estos antiguos secretos sean revelados.
Uno de los botines más conocidos y misteriosos es el oro de los piratas en la Cueva de Ambrosio, ubicada en Varadero, la cual es también famosa por sus pinturas rupestres.
Se cree que la cueva fue utilizada como refugio por piratas y bucaneros, y según la leyenda, escondieron grandes cantidades de oro y joyas en sus profundidades. A pesar de las numerosas expediciones, el tesoro nunca ha sido encontrado, alimentando la leyenda y la intriga que rodea a la cueva.
Asimismo, mucho se ha especulado sobre un cofre de un corsario en la playa de Guardalavaca, con sus aguas cristalinas y arenas blancas, devenida en balneario popular y el escenario de una antigua leyenda de tesoros.
Se dice que un corsario francés, perseguido por barcos de la armada española, escondió un cofre lleno de riquezas en algún lugar de la playa antes de ser capturado. Aunque muchos han buscado el cofre, sigue eludiendo a los cazadores de tesoros.
Por otro lado, está la fortaleza de Atarés, construida en el siglo XVIII en La Habana y el centro de otro fascinante mito. Se cuenta que, durante el asedio británico de 1762, los españoles escondieron un tesoro en los túneles subterráneos de la fortaleza.
Aunque la fortaleza fue capturada por los británicos, el tesoro nunca fue encontrado y sigue evocando la codicia del imaginario popular.
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Fuente Cubanet.org