Guaymallén está en llamas. No literalmente, pero casi. La troupe del intendente Marcos Calvente se enfrenta a la del ex mandatario, Marcelino Iglesias. Es insólito, porque uno fue director en el gobierno del otro, pero así y todo no se bancan. Y hasta se habla de “golpe”.
La trama es bien política, pero abreva en otros lares, porque ha empezado a explotar la corrupción derivada del robo de materiales de la municipalidad de Guaymallén. Unos y otros se tiran la pelota por aquel choreo.
Quien está preocupado en estas horas es Ramiro García, ex director de Obras. Por lo dicho, millones y millones de pesos en materiales, que derivaron en armado de causas y denuncias “truchas”.
Materiales que, como reveló oportunamente Diario Mendoza Today, fueron a parar a la sede de UCR y algunas casas de directores y jefes. “Por aquí están muchos están cortando tornillos con el cul.. y comenzaron las amenazas de unos contra otros”, dijo una fuente de aquella comuna a este medio.
No es lo único que viene alterando los nervios allí. Los señalamientos contra Daniel Ozan, jefe de Área Tránsito y Accidentología Vial, se multiplican al paso de las horas.
El funcionario no sólo maltrata y humilla al personal, sino que hace reuniones para exponerlos y hablar mal incluso de “los propios”, muchos de los cuales se han ido a otras áreas por sus malos modos.
“Habla mal de todo el mundo, hasta del propio director que es el único que viene sosteniéndolo en el cargo”, dijo el ya citado informante al respecto. Y añadió: “Hace 2 meses una supervisora (Laura Rojas) tomó la decisión de irse de su lugar de trabajo debido a que se canso del puterio que genera el mismo jefe, el machismo con el que trata a las mujeres es atroz”.
La desinteligencia está a la vista, incluso en casos muy menores, mínimos. Por caso, esta semana, según pudo reconstruir este diario, discutieron fuerte el secretario de Obras y el secretario de Gobierno de Guaymallén.
Uno decía que sólo el 10% de los semáforos de Godoy Cruz funcionaban; el otro sostenía que en realidad eran el 20%. Surrealista.
Y la verdad es aún peor: sólo funciona un 5 %, todos los demás no funcionan, aún cuando no llevan un año funcionando. Está claro que el Carril Godoy Cruz es el monumento a la corrupción.
Este artículo se publicó primero en Mendoza Today.
Fuente Mendoza Today