Dos horas después de que los militares ingresaran por la fuerza a la sede del Ejecutivo boliviano que preside Luis Arce, el Gobierno argentino repudió el intento de golpe de Estado en el país limítrofe a través de un tuit de la canciller, Diana Mondino, quien afirmó que “la democracia no se negocia”.
“Los gobiernos, sean buenos o malos, gusten o no, se cambian únicamente en las urnas. No se cambian con violentos golpes de Estado. La democracia no se negocia”, indicó -sin mencionar explícitamente a Bolivia- la ministra de Relaciones Exteriores y Culto en su cuenta personal, la cual fue replicada por varios dirigentes del oficialismo.
Fuentes oficiales contactadas por El Cronista confirmaron que es poco probable que el mandatario argentino se pronuncie por la insurrección militar que tuvo lugar en la Plaza Murillo, ubicada en el centro de La Paz, capital de Bolivia.
Mientras transcurría el momento de mayor tensión, Milei se encontraba retuiteando publicaciones en su cuenta de X, los cuales referían a la nueva licitación de Letras, el Índice de Salario del INDEC y de opiniones sobre su último viaje a España.
Durante ese momento, cerca del libertario dijeron estar esperando a tener más información sobre lo que estaba pasando. Era una posibilidad que si se lograba desactivar el intento de golpe no hubiera ningún pronunciamiento de la Oficina del Presidente (OPRA), la cuenta de redes que usa Milei para comunicar sus posturas oficiales. Iba a acontecer lo opuesto si es que el conflicto recrudecía.
En donde siempre estuvo confirmado que se iba a publicar un comunicado era en la Cancillería Argentina. El mensaje de Mondino se trató del primer mensaje público de un funcionario del Ejecutivo horas después de que se iniciaran los hechos. Para entonces, los jefes de Estado de Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Paraguay, Perú, Venezuela y Uruguay ya habían emitido sus declaraciones en apoyo a la administración de Arce.
A través de la OPRA Milei denunció exactamente dos semanas atrás “un golpe de Estado” por parte de los manifestantes que participaron de los incidentes en las afueras del Congreso por las protestas contra la Ley Bases. “La Oficina del Presidente felicita a las Fuerzas de Seguridad por su excelente accionar reprimiendo a los grupos terroristas que, con palos, piedras e incluso granadas, intentaron perpetrar un golpe de Estado, atentando contra el normal funcionamiento del Congreso de la Nación Argentina”, había publicado la OPRA.
El término utilizado trajo polémica y fue respondido por organismos de derechos humanos. “No hay ni terrorismo, ni golpe de Estado. El uso de esos términos por parte del gobierno nacional solo busca legitimar niveles aún mayores de represión y habilitar una criminalización extrema de las personas que protesta”, señaló el CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales).
Fuente El Cronista