La deuda nacional de Estados Unidos ha alcanzado un asombroso total de u$s 34,7 billones, cifra que aumentó un 50% desde 2020. La magnitud de esta deuda puede resultar difícil de comprender y es probable que su impacto se sienta aún más en la próxima recesión.
Veamos la evolución de la deuda de EEUU: Cada uno de los títulos del Tesoro emitidos ha sido adquirido por algún ente o individuo. Estos títulos pueden ser categorizados de la siguiente manera:
Fondos del gobierno de EEUU: u$s 7,1 billones. Una parte significativa de esta deuda está en manos de diversos fondos de pensiones del gobierno de EEUU y del Fondo Fiduciario del Seguro Social. Estos títulos no se negocian en el mercado, sino que son adquiridos directamente del Departamento del Tesoro y se redimen a su valor nominal al vencimiento. Estos títulos se denominan “retenidos internamente” y no están sujetos a las variaciones del mercado.
Deuda pública: u$s 27,6 billones. El resto de la deuda, u$s 27,6 billones, se considera “deuda pública”. Dentro de esta categoría, una pequeña parte no puede ser negociada, como los bonos de ahorro y algunos otros títulos específicos. La mayoría, sin embargo, son títulos negociables, incluidos los bonos del Tesoro, notas, bonos protegidos contra la inflación (TIPS) y notas de tasa flotante (FRN).
Tenencias extranjeras: es el 23% del total de la Deuda Nacional (aproximadamente u$s 8 billones). Los inversores extranjeros, tanto del sector privado como bancos centrales, poseen una parte considerable de la deuda. Países como China y Brasil han reducido sus tenencias en los últimos años, mientras que países europeos, grandes centros financieros, Canadá e India han aumentado su tenencia. A pesar de que las tenencias extranjeras han aumentado en términos absolutos, su participación en el total de la deuda ha disminuido del 33% hace una década al 22,9% actual, debido al rápido incremento de la deuda estadounidense.
Fondos mutuos de EEUU: es el 14% del total de la Deuda Nacional (aproximadamente u$s 4,8 billones). Los fondos mutuos de bonos y los fondos del mercado monetario que invierten en títulos del Tesoro representan una porción significativa de la deuda.
Reserva Federal: representa el 13% del total de la Deuda Nacional (aproximadamente u$s 4,6 billones). La Reserva Federal ha reducido sus tenencias de títulos del Tesoro en u$s 1,31 billones desde su pico en junio de 2022 como parte de su programa de ajuste cuantitativo (QT).
Individuos en EEUU: representa el 7% del total de la Deuda Nacional (aproximadamente u$s 2,6 billones). Los ciudadanos estadounidenses, que tienen estos títulos en sus cuentas personales, también son importantes tenedores de la deuda.
Bancos: representa el 6% del total de la Deuda Nacional (aproximadamente u$s 2,2 billones). Los bancos, que tienen grandes cantidades de títulos a largo plazo y valores respaldados por hipotecas (MBS), han enfrentado grandes pérdidas de valor de mercado debido al aumento de la tasa de interés.
Gobiernos estatales y locales: es el 5% del total de la Deuda Nacional (aproximadamente u$s 1,7 billones).
Fondos de pensiones: es el 3% del total de la Deuda Nacional (aproximadamente u$s 1,2 billones).
Compañías de seguros: es el 1% del total de la Deuda Nacional (alrededor de u$s 510.000 millones). El conglomerado de seguros de Warren Buffett, Berkshire Hathaway, ha aumentado sus tenencias de letras del Tesoro a 153 mil millones de dólares.
Otros: 1% de los títulos del Tesoro (aproximadamente u$s 400.000 millones). China se ha desprendido fuertemente de bonos americanos en los últimos años y empezó a acumular oro. Si la desconfianza en los bonos de EE.UU. continúa, los rendimientos tendrían que aumentar hasta que la demanda se restablezca. Esto podría ocurrir de manera abrupta, como se vio en octubre del 2023, cuando la tasa a 10 años superó, brevemente, el 5%, desencadenando una ola de demanda que hizo caer nuevamente los rendimientos.
A pesar de una lateralización que lleva meses, la tendencia de largo plazo en tasas de interés es alcista. También es importante destacar que la Reserva Federal tiene el control sobre las tasas de interés a corto plazo, mientras que las tasas a largo plazo están determinadas por la oferta y la demanda del mercado.
Dado que el déficit de Estados Unidos continúa sin resolverse, el gobierno se ve obligado a emitir cada vez más deuda. ¿Cómo respondería el mercado a esta situación? Exigiendo mayores rendimientos. Además, el gobierno de EEUU tiene la capacidad de endeudarse sin restricciones hasta 2025, ya que el límite de la deuda fue eliminado hace unos meses. ¿Cuándo explotará? Difícil estimarlo. ¿Es sostenible esta situación eternamente? Por supuesto que no.
Fuente El Cronista