El aceite de pescado es un complemento dietético que se extrae de la grasa de los peces azules como el atún, la caballa, la sardina, el salmón o la trucha.
Posee alto contenido de omega 3, un ácido graso que protege la salud cardiovascular. También tiene ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA).
A escala mundial, cada año mueren más personas por afecciones cardiovasculares que por cualquier otra causa, principalmente enfermedad cardíaca isquémica y accidente cerebrovascular.
¿Cuáles son los beneficios del aceite de pescado?
En la década de 1970, investigadores daneses descubrieron que los inuit de Groenlandia, pobladores que habitan el ártico, tenían niveles bajos de colesterol y triglicéridos en sale que los habitantes de Dinamarca.
Según su hipótesis, la dieta de los inuit era rica en ácidos grasos como el omega-3, sobre todo EPA y DHA, que se concentran en el pescado y los animales que se alimentan del mismo.
De todas maneras, estudios posteriores señalaban que estos habitantes tenían las mismas tasas de enfermedades cardíacas similares a las de Europa, Estados Unidos y Canadá.
Según el The New York Times, científicos comenzaron a estudiar a individuos de otra parte del mundo y detectaron que aquellos que consumían pescado una vez por semana tenían menos probabilidades de morir por una cardiopatía coronaria.
“Hubo mucho entusiasmo” por estos hallazgos, precisó Christine Albert, jefa del departamento de Cardiología del Centro Médico Cedars-Sinai de Los Ángeles.
¿El aceite de pescado es bueno o malo?
Hay cardiólogos que sostienen que hay evidencias en contra del aceite de pescado. Por ello, recomiendan a las personas que eviten tomar suplementos en base al aceite en caso de que los estén consumiendo.
Pero otros sostienen que los suplementos de aceite de pescado son útiles para quienes no consumen muchos alimentos de origen marino.
El consumo de pescado aporta proteínas, vitaminas y minerales, y es una opción más saludable que las carnes rojas y procesadas. La Asociación Americana del Corazón sugieren ingerir al menos dos raciones de 85 gramos a la semana.
Lo mejor son los pescados grasos como el salmón, la caballa, las anchoas y las sardinas.
Fuente El Cronista