A partir de los 50 años, mantener un peso saludable y adelgazar puede presentar desafíos para muchas personas. Más allá de la dieta y el ejercicio, un hábito clave es fundamental en este proceso: la calidad del sueño.
Varios estudios destacan que dormir bien beneficia la salud general y también facilita la quema de grasa y el mantenimiento del peso en esta etapa de la vida en la que el metabolismo tiende a desacelerarse, dificultando las posibilidades de adelgazar.
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Descanso y metabolismo, las claves para bajar de peso después de los 50 años
Según investigaciones del National Center for Biotechnology Information (NCBI), existe una fuerte conexión entre la calidad del sueño y el índice de masa corporal (IMC) en adultos mayores de 50 años.
De acuerdo al portal Alimente+, el sueño adecuado juega un papel fundamental en la regulación de hormonas que controlan el hambre y la saciedad, como la grelina y la leptina.
La privación de sueño incrementa los niveles de grelina y reduce los de leptina, lo cual puede resultar en un incremento en la ingesta calórica y, por ende, en un aumento de peso.
Este estudio demostró que las personas que duermen menos de 7 horas por noche tienen más probabilidades de tener problemas de peso, en comparación con aquellas que duermen entre 7 y 8 horas diarias.
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Descanso y cuidado del peso después de los 50 años: consejos para aumentar la calidad del sueño
Para aquellos que buscan mantener o perder peso después de los 50 años, es recomendable seguir ciertas prácticas sugeridas por expertos de Mayo Clinic para mejorar la calidad del sueño.
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Establecer un horario regular de sueño: mantener una rutina para acostarse y levantarse ayuda a regular el ritmo circadiano.
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Crear un entorno propicio para el sueño: dormitorios que sean oscuros, tranquilos y frescos promueven un descanso más reparador.
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Limitar el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir: la luz azul emitida por pantallas puede afectar la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño.
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Evitar comidas copiosas y la cafeína antes de acostarse: estos hábitos pueden dificultar conciliar el sueño de manera efectiva.
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Reducir el estrés: practicar técnicas de relajación puede ser clave para disminuir los niveles de estrés y mejorar así la calidad del descanso.Seguir estos consejos colaboran en mejorar la calidad del sueño y apoyan los esfuerzos por mantener un peso saludable en esta etapa de la vida adulta.
Fuente El Cronista