Galicia acogerá a menores inmigrantes, porque «siempre ha sido una tierra solidaria». Lo ha dejado caer este lunes el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda. Pero el mandatario autonómico pone deberes. Un asunto «tan delicado» no se puede abordar de cualquier manera , de forma improvisada y echando la patata caliente a las comunidades autónomas. Por eso Rueda ha instado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a marcar de forma clara unas directrices y «unas condiciones adecuadas» para llevar a cabo el proceso.El presidente gallego ha vuelto a echar mano de una de sus palabras favoritas para definir la premisa que debe tener siempre presente cualquiera que dirija una institución púbica, el ‘sentidiño’. En este caso, el ‘sentidiño’ aplicado a la política migratoria.«Lo que no puede hacer el Gobierno central, en mi opinión, es no tener ninguna política al respecto. Ver que se está produciendo una avalancha y que su única solución sea traspasárselo a las comunidades autónomas», ha argumentado el presidente gallego, a preguntas de los medios, en la rueda de prensa habitual posterior al Consello de Goberno de la Xunta.Recursos y directricesA dos días de la Conferencia Sectorial de Infancia y Adolescencia, que se celebrará el miércoles en Tenerife para acordar la distribución de los menores migrantes, Rueda ha avisado al Ejecutivo de Sánchez de que las comunidades autónomas necesitarán, para acoger en sus territorios a estos jóvenes extranjeros, «recursos económicos», y unas «reglas de actuación», pero también debería ponerse en marcha un sistema para prevenir, o «al menos regular», «avalanchas en el futuro».El presidente autonómico ha recalcado que de lo que se trata, y eso debe ser el objetivo de todas las instituciones públicas que intervengan, es de que «estos menores vengan en unas condiciones adecuadas». Y no puede repetirse «la improvisación» que se vio en ocasiones anteriores, no a propósito de migrantes menores de edad ,pero sí de mayores de 18 años, con «poca información» y dejando toda la labor y responsabilidad en manos de las comunidades autónomas.«Las comunidades autónomas, lógicamente, tienen que colaborar, pero lo que no puede ser es que se les traspase el problema, y el Gobierno central piense que así ya lo ha solucionado», ha insistido Rueda ante la prensa.La posición del presidente gallego se sitúa en la línea argumental que mantiene el PP a nivel estatal después de las amenazas del líder de Vox, Santiago Abascal, de romper los pactos que su partido tiene suscritos con los populares en varias comunidades si desde esos gobiernos autonómicos en los que participan no utilizan «todos los medios políticos y legales» para evitar el reparto de los menores migrantes. El líder de Vox llegó a decir que su partido no será cómplice de «robos, machetazos y violaciones».En Génova no se creen ese órdago, y aseguran que las comunidades donde gobierna el PP serán solidarias con Canarias en la acogida. En todo caso esa polémica a nivel estatal no salpica a Galicia, donde a nivel institucional Vox ni pincha ni corta: los de Abascal todavía no han conseguido colocar diputado alguno en el Parlamento de Galicia y su única pica en la Comunidad es un acta de concejal en Avión, pueblo orensano que apenas supera los 1.500 vecinos empadronados.Galicia, sin «extremismos»Ese intrascendencia de Vox en Galicia la ha subrayado Rueda al ser preguntado sobre esa amenaza de Abascal de romper los pactos con el PP en las comunidades autónomas donde gobiernan juntos en el caso de que se acepte el reparto de estos menores en la Conferencia Sectorial. El presidente gallego no ha entrado a valorar específicamente el órdago de Abascal, pero sí ha dejado claro que se alegra mucho de «no tener extremismos en la política gallega», o que al menos sean «minoritarios». En la misma rueda de prensa, el presidente gallego ha sido preguntado también por las palabras la semana pasada del portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, en las que propuso desplegar a la Armada Española para evitar la llegada de embarcaciones a las Islas Canarias. Rueda descarta que con esas palabras de Tellado se estuviera refiriendo «impedir» o «hacer dar la vuelta» a esos barcos, sino a ejercer un «control». «Lo que no puede ser es que no haya ningún control sobre nuestras fronteras. Eso no quiere decir que (desplegar la Armada) sea para que no llegue nadie, sino que sea para regularlo», interpreta Rueda sobre las afirmaciones de Tellado.
Fuente ABC