El Fondo Monetario Internacional (FMI) empeoró sus proyecciones globales e indicó que se profundizará la caída prevista para el PBI de la Argentina este año en 0,7 puntos. Así, la estimación para 2024 quedó confirmada en -3,5%, en línea con lo que prevé el Gobierno según el anticipo del Presupuesto.
El dato se había anticipado en la última revisión de la economía local, en el staff report del programa con el Fondo. El FMI publicó hoy una actualización de su World Economic Outlook, el informe de perspectivas económicas mundiales. La estimación de un rebote para 2025 quedó sin cambios, con un 5% de crecimiento previsto.
El crecimiento mundial se mantiene sin cambios según la actualización con respecto de lo estimado en abril: 3,2% para este año, mientras que para 2025 la mejora es mínima: 0,1 puntos más, a 3,3%.
El equipo económico argentino prevé reunirse con Kristalina Georgieva la próxima semana en Brasil en el marco del G20 para avanzar en la negociación de un nuevo programa, tras las nuevas medidas que buscan darle un nuevo golpe de gracia a una baja de la inflación local que se estancó en torno al 5%.

El equipo económico tiene previsto reunirse con Georgieva la próxima semana en el G20 en Brasil
¿Se frena la desaceleración de la inflación?
A nivel mundial, el FMI advirtió que el momentum de la desaceleración de la inflación muestra dilaciones y señala “piedras en el camino”.
“Esto refleja diferentes dinámicas sectoriales”, indicó el análisis a cargo del economista jefe Pierre-Olivier Gourinchas. “La persistencia de la inflacion más alta que el promedio en servicios, atenuada en cierta medida por una desinflación de los precios de bienes”, indicó el FMI.
“La buena noticia”, remarcó el organismo es que “la inflación bajó sin que se produjera una recesión” en el caso de la economía global. Pero del otro lado, “la mala noticia es que los precios de la energía y los alimentos casi ha vuelto a los niveles anteriores a la pandemia en muchos países, mientras que la inflación general no”.
Eso se explica, según Gourinchas, porque “los precios de los bienes siguen siendo altos en relación con los servicios”, también como legado de la pandemia. “Esto está ejerciendo una presión al alza sobre los precios de los servicios y los salarios”, remarcó.

Para el FMI, entonces, “los precios de los servicios y la inflación salarial son las dos principales áreas de preocupación cuando se trata de la senda de desinflación, y los salarios reales están ahora cerca de los niveles prepandémicos en muchos países”.
Con mensajes sobre el nivel de gasto y deuda que apuntan a los Estados Unidos, el FMI agrega que “las fuerzas macroeconómicas (el ahorro nacional y la inversión nacional deseados junto con las tasas globales de rendimiento del capital) son los principales determinantes de los equilibrios externos”.
Y advierte sobre las restricciones comerciales, que “serían costosas e ineficaces para abordar las causas macroeconómicas subyacentes” en un contexto donde considera que hay más distorsiones en materia de comercio internacional.
Fuente El Cronista