El efecto placebo, conocido por engañar al cerebro para reducir la percepción del dolor, ha intrigado a los científicos durante décadas. Ahora un equipo de investigadores dio un paso importante al descubrir nuevos circuitos cerebrales.
Los hallazgos de este estudio en ratones podrían explicar cómo el cerebro puede reducir la sensación de dolor sin la necesidad de medicamentos.
¿Cómo fue el experimento en ratones?
De acuerdo un artículo del sitio web El Confidencial, para explorar cómo se genera esta analgesia por placebo, los investigadores diseñaron un experimento en el que se usaron ratones.
Los roedores fueron colocados en una jaula con 2 secciones:
- Con un suelo templado
- Con un suelo caliente que causaba malestar.
Según el estudio publicado en la revista Nature, tras varios días, los ratones aprendieron a asociar la cámara con el suelo templado con un alivio del dolor. Luego, los científicos inyectaron en el cerebro de los ratones una molécula que hace que las neuronas activas brillen bajo el microscopio.
A pesar de elevar la temperatura del lado templado para igualar la del lado caliente, los ratones previamente condicionados mostraron menos comportamientos de dolor, como lamerse las patas, comparados con otros ratones no condicionados. Esto sugiere que la expectativa de alivio redujo su percepción del dolor.
Descubrimiento de nuevos circuitos cerebrales
Las herramientas de imagen en vivo revelaron la activación de ciertos grupos de neuronas durante el experimento con el placebo. Entre estos, se destacó un grupo en el núcleo pontino, una región del tronco encefálico previamente no asociada con el dolor.
Utilizando optogenética, una técnica que emplea canales sensibles a la luz para activar o inhibir neuronas, los investigadores lograron activar esta vía neuronal recién descubierta en otro grupo de ratones. Estos ratones, al ser expuestos a un suelo caliente, demoraron tres veces más en mostrar signos de dolor, sugiriendo una menor percepción del dolor.
Implicaciones para el tratamiento del dolor
Estos hallazgos sugieren que el efecto placebo no es solo psicológico, sino que también tiene una base biológica tangible.
Aunque los experimentos se realizaron en ratones, los científicos creen que estos resultados podrían aplicarse a humanos, ya que ambas especies comparten vías del dolor similares.
“Si tenemos fármacos que activen el efecto placebo, tendremos una estrategia maravillosa para el tratamiento del dolor,” dice Grégory Scherrer, neurobiólogo de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill.
Con esto, el coautor del estudio sugiere que estos descubrimientos podrían llevar al desarrollo de nuevos tratamientos para el dolor.
Fuente El Cronista