Ucrania intensifica su incursión en territorio ruso y Bielorrusia blinda sus fronteras.
Ucrania ha llevado a cabo una incursión militar sin precedentes en la región fronteriza rusa de Kursk. Este movimiento, que ya lleva seis días en curso, marca la operación más significativa desde el inicio de la invasión a gran escala.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, abordó indirectamente la operación en su discurso nocturno del sábado, mencionando los esfuerzos para “llevar la guerra al territorio del agresor”. Esta declaración subraya la importancia estratégica de la incursión, que ha tomado por sorpresa a Moscú y causado considerable vergüenza a los líderes militares rusos.
Aunque los objetivos específicos de la operación permanecen en secreto, los expertos militares sugieren que podría ser una táctica para desviar las reservas rusas de la intensa lucha en la región oriental de Donetsk en Ucrania. Un asesor presidencial incluso insinuó que esta operación podría fortalecer la posición de Kiev en futuras negociaciones con Rusia.
Respuesta y acusaciones rusas de terrorismo
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakharova, ha acusado al Gobierno de Kiev de participar en actividades terroristas con el único objetivo de intimidar a la población civil rusa. Mientras tanto, el gobernador en funciones de Kursk, Aleksei Smirnov, informó que la situación se ha estabilizado tras la entrada de un “grupo de sabotaje y reconocimiento ucraniano” en el distrito de Belovsky.
En medio de esta escalada, Rusia lanzó un ataque con drones y misiles contra Kiev, que resultó en la trágica muerte de dos personas, incluido un niño de 4 años. El presidente Zelenski indicó que, según información preliminar, Rusia utilizó un misil norcoreano en el ataque, renovando su llamado a los aliados occidentales para obtener un mayor apoyo en defensa aérea.
Implicaciones regionales: La participación de Bielorrusia
En un desarrollo paralelo, Bielorrusia anunció el despliegue de tropas adicionales en su frontera con Ucrania, alegando violaciones de su espacio aéreo por drones ucranianos. El líder bielorruso, Alexander Lukashenko, describió estas acciones como una flagrante violación de las reglas de conducta, mientras que el ministro de Defensa, Viktor Khrenin, las calificó de provocación.
Esta incursión militar de Ucrania en territorio ruso marca un punto de inflexión en el conflicto, elevando las tensiones y potencialmente alterando la dinámica estratégica de la guerra.