Los depósitos a plazo fijo achican la pérdida real y ganan terreno. La desaceleración de la inflación y la suba de las tasas de interés por parte de los bancos están contribuyendo a darle mayor atractivo al instrumento tradicional de ahorro. El avance se da, además, en un contexto de calma cambiaria, lo que juega a favor.
Si bien el plazo fijo tradicional sigue arrojando rendimientos negativos en términos reales, es decir, por debajo de la inflación, la combinación entre la desaceleración de los precios y el incremento de lo que pagan las entidades bancarias a los ahorristas le están dando un impulso a la demanda del instrumento.
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El stock de depósitos a plazo fijo tradicional del sector privado ascendía a $ 24,74 billones al cierre de julio, de acuerdo con los registros del BCRA. La cifra implicó un alza nominal de casi 11% mensual, muy por encima de la inflación. Hasta la semana pasada, el total colocado se situaba en $ 25,36 billones, manteniendo la velocidad de avance.
Suba de tasas
Los bancos, en tanto, han estado incrementando las tasas de interés de los depósitos a plazo fijo tradicional. Las subas se explican principalmente por los cambios en la composición de carteras de las entidades y la estrategia de captar más depósitos de los ahorristas para prestarlos al sector privado y así obtener mayores rendimientos.
Los registros del Banco Central indican que a principios de esta semana a los ahorristas les ofrecían por sus depósitos a plazo fijo tradicional una Tasa Nominal Anual (TNA) de 38,7% en el promedio de las entidades financieras, lo que representa un rendimiento nominal de aproximadamente 3,2% mensual.
A pesar de que se mantienen por debajo de los niveles de inflación, la tasa actual representa una mejora respecto a lo que ofrecían hace unas semanas atrás. A principios del mes pasado, la TNA promedio era de 34,36%, lo que implicaba 2,8% por mes, con una inflación de 4,6% mensual en ese momento.
Tendencia alcista
La tendencia alcista viene desde antes. De acuerdo con la autoridad monetaria, a mediados de mayo los bancos ofrecían por estos depósitos una TNA de 30,9%, lo que significaba un rendimiento mensual de 2,5%, considerablemente inferior al 4,2% del índice de precios al consumidor que marcó ese mes y al 8,8% del mes previo.
En julio, según publicó el Indec este miércoles, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) fue de 4%, la variación mensual más baja desde enero de 2022. Si bien se mantiene en niveles muy elevados, implica una mejora en comparación con los registros previos y mantiene la tendencia de desaceleración.
Previo al dato del inflación, el BCRA estimó en su informe monetario que la variación de los depósitos a plazo fijo tradicional del sector privado implicó un alza de 3,6% mensual en términos reales, teniendo en cuenta la estacionalidad. Así, exhibió una fuerte recuperación tras la baja real de 3,9% que había estimado el mes previo.
Los rendimientos que ofrecen los bancos por el instrumento tradicional de ahorro han estado achicando así las pérdidas en términos reales, lo que en gran medida ha estado contribuyendo a recuperar su demanda. A esto se suman las caídas y tendencia bajista con las que han estado operando los dólares paralelos en las últimas semanas.
¿Se sostiene?
Los analistas de LCG destacan que la recuperación del stock de depósitos a plazo fijo es del 26% en términos reales desde la baja que registraron en febrero. A pesar del repunte, resaltan, el monto total colocado es menor a la mitad del de hace un año atrás y aún continúa en mínimos de las últimas dos décadas.
“Todavía hay dudas sobre el futuro del nivel de las tasas de interés, la inflación y el tipo de cambio. Vemos probable ruido sobre el valor del dólar, que podría afectar transitoriamente esta recuperación”, advierten respecto a la dinámica que podría mostrar hacia adelante la demanda de estos instrumentos.
Sin embargo, resaltan, la evolución del instrumento de ahorro dependerá en gran medida de la recuperación que exhiba la demanda de créditos por parte del sector privado ante las entidades bancarias. Esto último, además, estará influenciado por el desempeño que muestre la actividad económica durante los próximos meses.
Fuente El Cronista