En los últimos días, se viralizó un video que muestra a un hombre llamado Roberto Mazzoni denunciando haber sido víctima de “la red de trata más grande de la república Argentina”, la cual estaría comandada, entre otras personas, por el empresario Alejandro Roemmers y el dirigente de River Plate Matías Barreiro. El portal Diario Con Vos habló sobre la causa con Viviana Caminos, presidenta de la Red Alto al Tráfico y la Trata (RATT), quien acompañó a Mazzoni en su denuncia.
“Nosotros intervinimos el año pasado a través de una comunicación por parte de Roberto, donde nos relata esto mismo que él relata en el video y nos dice que el juzgado de (el juez federal Ariel) Lijo no estaba avanzando en la causa y no estaba citando a los testigos. Tenía miedo de que a los testigos los sobornen para que no declaren, tenía que ser rápido”, reconstruye Caminos.
Al establecer contacto con Roberto Mazzoni, mantuvo algunas entrevistas por Zoom con él y recibió de su parte información de la causa, como una Cámara Gesell que le habían practicado. Pasada esa instancia, Viviana Caminos se sintió lo suficientemente segura como para entrevistarlo presencialmente en su casa. “Había otra chica que también decía haber sido víctima, no eran solamente varones sino también algunas mujeres que había en esas fiestas”, recuerda.
Según el testimonio de Mazzoni, la red de explotación sexual habría estado liderada por el empresario farmacéutico Alejandro Roemmers y el dirigente de River Plate Matías Barreiro y operaba al estilo Jeffrey Epstein. Caminos explica que la víctima dio cuenta de diferentes “fiestas” en las que “usaban” a una cantidad de jóvenes que reclutaban ofreciéndoles residir en departamentos lujosos, suministrarles drogas o pagarles viajes, entre otras cosas.
Los tratantes, incluso, habrían captado menores de edad “seduciéndolos con las fiestas y la ostentación de poder”, pero llegado un punto completaban la maniobra coercitiva explotándolos sexualmente: “En algún momento se les pedía algo más. Ese algo más era que para cerrar algún negocio o lograr alguna influencia (debían) tener relaciones sexuales con determinada persona, porque si no él te quitaba todo lo que te había dado”.
En ese sentido, Caminos destaca que la explotación sexual no necesariamente se efectúa mediando específicamente dinero. “Le hicimos un informe a Lijo donde le explicamos que, cuando hablamos de que la finalidad de la trata es la explotación sexual y obtener un beneficio económico, no referimos solamente a plata”, señala la presidenta de la RATT.
“Si vos estás coaccionando a una persona para que tenga sexo con otra para obtener algún beneficio, eso (también) es trata”, redondea.
“Denunciar es otra cosa, la gente tiene miedo”
Aunque la investigación todavía tiene mucho recorrido por delante, la denuncia contra Roemmers y Barreiro apunta a una realidad sistemática. No solo por las cifras de trata de personas y los múltiples casos de mujeres, niñas y niños explotados, sino también porque no es extraño en absoluto que la gente rica o poderosa se divierta a través del abuso sexual.
“Esto existe, hay un montón de casos y estos temas siempre estuvieron”, indica Caminos y menciona como potencial caso de trata de personas a la desaparición de Loan en Corrientes. También se refiere al “caso de Ramoncito: lo que contaba Martha Pelloni es que tanto él como otros chicos de ahí eran llevados a fiestas de la gente del poder” para ser abusados.
“O ‘Las Casitas’ en Río Gallegos -continúa- que estaban a la vista de todo el mundo y la gente de las Fuerzas Armadas y los chicos ricos del lugar llevaban mujeres, algunas adolescentes incluso, a las fiestas”.
Sin embargo, “animarse a denunciar es otra cosa porque la gente tiene miedo”, reflexiona la presidenta de la RATT. Sin ir más lejos, declara haber recibido mensajes intimidatorios de parte del laboratorio Roemmers y que otras personas le advirtieron a Roberto que, ahora que denunció, “tiene una señal en la frente”. A Caminos le preocupa la integridad del denunciante sobre todo una vez que baje la atención mediática hacia el caso.
Reflexionando sobre la posición de su organización, explica que “nuestra tarea no es determinar si la declaración de una presunta víctima es cierta o no” y que “quien tiene que hacer eso es la Justicia”.
Lo que reclama Roberto Mazzoni es que el juez Lijo cite a declarar a los testigos vinculados con la causa, que serían otras víctimas de la organización.
Y agrega: “Nosotros escuchamos a la víctima, hay un informe psicológico que dice que los efectos de lo que le pasó son ciertos, hay pericias. Pero quien tiene que determinar es la Justicia y en muchos casos sabemos que mira para otro lado, sobre todo por cuestiones de poder”.
Lo que reclama Roberto Mazzoni es que el juez Lijo cite a declarar a los testigos vinculados con la causa, que serían otras víctimas de la organización. En sintonía, Caminos señala que esa citación es fundamental para avanzar hacia el esclarecimiento del caso y la búsqueda de justicia.
Fuente Periodico Tribuna