La España vaciada avanza como el desierto, imperceptible y segura. En nuestro imaginario de lugareños del sur del sur, este se pensaba como un problema ajeno . Eso pasa en Soria, en Zamora, en Teruel, pero aquí se vive bien. El «aquí se vive bien» ha sido, según hemos supuesto, la salvaguarda contra el dragón de la inexistencia. Pero nadie está a salvo de sus garras. El Instituto Nacional de Estadística ya dio a conocer en mayo que Córdoba era la provincia española que más población ha perdido en el último año y, en estos días, también según ABC, ha vuelto a señalar el descenso de población continuo durante la última década. Somos un 14% más viejos y más que el resto del país. Los ‘baby boomers’, los más numerosos, ya van entrando en los 65, peinan canas y comienzan a trascurrir hacia la jubilación en plenas facultades como ninguna otra generación. Que ninguno de mis lectores se ofenda, que, con las nuevas etapas de la vida, se es adulto maduro hasta los 70 y luego longevo, nunca viejos, gracias al aumento de la esperanza y de la calidad de vida , como si se pudiese negociar con el inexorable paso del tiempo. Aunque de ilusiones también se engaña uno. La llegada de personas extranjeras podría ayudar al aumento de la población, pero, para la mayor parte de ellas, Córdoba es un territorio de paso hacia otros lugares con más posibilidades. De manera que perdemos por partida doble. O triple, porque tenemos menos hijos, un 24% menos, siguiendo la tendencia general en España y Europa. Ninguna sociedad sobrevivirá sin hijos. Esto es una obviedad y el drama de nuestra era. Además, muchos de nuestros jóvenes, en edades de crear una familia , dejan Córdoba a la búsqueda de mejores perspectivas laborales. Creo que este es el mayor desafío que tenemos que afrontar, no hay otra inversión mejor, en ellos y en sus necesidades, para que no se vean obligados a marcharse. Una ciudad sin quien la habite, un pueblo que nadie pueble, es un presente expropiado , una isla de la historia que fue, un tiempo sin horas, donde solo cabe la nostalgia y la vida convertida en un recuerdo continuo.
Fuente ABC