En Argentina se estima que uno de cada cinco adultos muere por problemas cardiovasculares. La mitad de ellos padeció muerte muerte súbita. Estos datos resaltan la importancia de saber cómo actuar frente a estas situaciones.
En comunicación con El Cronista, el médico cardiólogo Dr. Mario Fitz Maurice, Director del Instituto Nacional de Arritmias, explicó cuáles son las claves para afrontar esta problemática mundial.
¿Qué causa la muerte súbita?
Durante el mes de agosto transcurre la Semana de la Concientización y Prevención de la Muerte Súbita, del 21 al 28 de agosto. Esta problemática se convierte en un asunto grave, ya que no es posible identificarlo previamente.
“La muerte súbita en el 90% de los casos se debe a una arritmia que provoca que el corazón deje de latir, tiemble, no se pueda contraer y uno pierda la conciencia”, señaló Mario Fitz Maurice.
Aunque puedan relacionarse, la muerte súbita se diferencia del paro cardíaco, ya que en el segundo caso corazón no tiembla ni tiene ninguna actividad.
Ante ambas problemáticas mundiales, “es crucial utilizar un desfibrilador dentro de los primeros cuatro minutos porque le da a la persona un 80% de probabilidades de llegar con vida al hospital”, destaca Fitz Maurice.
Realizar estas prácticas en los primeros minutos es imprescindible para que el paciente pueda llegar al hospital, evitar un daño neurológico irreversible y, posteriormente, facilitar la reinserción.
La Ley N° 27.159 establece que los espacios públicos y privados de acceso público deben instalar Desfibriladores Externos Automáticos (DEA). También se debe capacitar personas para el uso de dicho dispositivo y el entrenamiento en maniobras de reanimación.
¿Qué probabilidades hay de tener una muerte súbita?
“Los factores de riesgo pueden incrementar las probabilidades tener eventos cardiológicos graves como la muerte súbita y el infarto”, destaca el médico Fitz Maurice.
Según establece la Organización Panamericana de la Salud (OPS), los factores de riesgo principales que pueden aumentar las posibilidades de tener una enfermedad cardiovascular son:
- Antecedentes familiares
- Consumo de alcohol
- Diabetes
- Hipertensión
- Falta de actividad física
- Mala alimentación
- Obesidad
- Tabaquismo
Por su parte, ” los buenos hábitos, como tener una dieta mediterránea, no fumar, controlar el colesterol o hacer ejercicio pueden reducir la posibilidad de desarrollar estos factores de riesgo”.
Prevención: ¿cada cuánto hay que ir al cardiólogo?
Es recomendable acudir al médico clínico, de familia o cardiólogo una vez al año para poder realizar las evaluaciones de rutina correspondientes de presión, alimentación o salud general.
Además, por medio del seguimiento médico se pueden realizar estudios, como las imágenes de alta resolución, permiten detectar anomalías cardíacas que podrían conducir a una muerte súbita.
¿Cómo hacer RCP?
Según establece el Gobierno Nacional en su página oficial la Reanimación Cardiopulmonar consiste en aplicar presión rítmica sobre el pecho de una persona que haya sufrido un paro cardíorespiratorio para que el oxígeno pueda seguir llegando a sus órganos vitales.
Los pasos a seguir para realizar RCP
- Evaluar el estado de conciencia de la víctima: es clave mover a la persona suavemente y preguntar si está bien o escucha. Si no responde o no respira se deben seguir los próximos pasos.
- Llamar a emergencias al 107 o 911.
- Iniciar la maniobra de RCP.
- Revaluar el estado de la persona.
¿Cómo realizar la maniobra de RCP?
- Arrodillarse al costado del tórax de la víctima (cualquier lado).
- Colocar el talón de una de las manos sobre el centro del tórax, en el esternón.
- Poner la otra mano encima de la anterior, asegurando no tocar las costillas de la víctima con los dedos.
- Hacer avanzar los hombros de manera que queden directamente encima del esternón de la víctima.
- Mantener los brazos rectos y usar el peso de tu cuerpo para transmitir la presión sobre tus manos.
- Liberar por completo la compresión sobre el esternón sin retirar las manos para permitir que el tórax vuelva a su posición de reposo y el corazón se llene con sangre.
Fuente El Cronista