El 14 de agosto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró una emergencia sanitaria pública internacional ante el aumento de casos de “Viruela del Mono” en la República Democrática del Congo.
Este brote ha generado preocupación en la comunidad internacional debido a su rápida propagación y ha despertado comparaciones con el Covid.
La OMS ha puesto en marcha medidas de alerta máxima para contener el brote, sin embargo, de acuerdo al portal web Wired, considera que esta situación no llegará a escalar a la categoría de pandemia.
OMS: ¿por qué el organismo considera que la “Viruela del Mono” no se convertirá en el nuevo Covid?
A pesar de las preocupaciones que surgieron ante la posibilidad de que se convirtiera en una amenaza global similar al Covid, la OMS ha dejado claro que no es el caso.
Un destacado experto de la organización explicó que, a diferencia del Covid, las autoridades tienen un conocimiento sólido sobre cómo controlar la propagación del Mpox, anteriormente conocido como “Viruela del Mono”.
El Dr. Hans Kluge, director regional de la OMS para Europa, señaló que, aunque la aparición de nuevas variantes del virus genera preocupación, la situación actual es manejable.
Durante una conferencia de prensa, afirmó que es posible y necesario enfrentar el Mpox de manera efectiva, destacando que “sabemos cómo combatir esta enfermedad“.
¿Cuáles son los síntomas de la “Viruela del Mono”?
El Mpox, o “Viruela del Mono”, se manifiesta a través de varios síntomas que pueden variar en intensidad. Los signos más comunes incluyen una erupción cutánea que puede persistir entre dos y cuatro semanas.
Esta erupción, que suele tener un aspecto ampollado, puede aparecer tanto al inicio como después de otros síntomas, y puede presentarse en diferentes partes del cuerpo.
Entre los problemas de salud más frecuentes, además de las erupciones, se destacan:
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Fiebre: a menudo es uno de los primeros síntomas que se manifiesta.
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Dolor de cabeza: puede ser leve o intenso, dependiendo de la persona.
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Dolores musculares y de espalda: estos dolores suelen acompañar a la fiebre.
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Fatiga: sensación de cansancio extremo que puede durar durante todo el proceso de la enfermedad.
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Ganglios linfáticos inflamados: esta inflamación puede ser un indicativo de que el cuerpo está luchando contra la infección.
La cantidad de ampollas puede variar considerablemente, desde solo unas pocas hasta miles, y las personas afectadas se consideran contagiosas hasta que todas las ampollas hayan formado costras, las cuales deben caer para que se forme una nueva capa de piel.
Este proceso puede durar entre dos y cuatro semanas. En casos más graves, los pacientes pueden requerir hospitalización y tratamiento con medicamentos antivirales para aliviar los síntomas y acelerar la recuperación.
¿Cuáles son las maneras en las que se propaga la “Viruela del Mono”?
La transmisión del Mpox puede ocurrir a través de diferentes rutas, implicando tanto el contacto directo entre personas como la interacción con animales o superficies contaminadas. Esta variedad de formas de contagio subraya la necesidad de adoptar medidas preventivas en múltiples contextos.
Según las investigaciones científicas, las principales formas de transmisión son:
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Contacto cercano entre personas: la interacción física directa, como tocar, mantener relaciones sexuales, o incluso hablar y respirar cerca de alguien que porta el virus, puede generar partículas respiratorias que facilitan el contagio.
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Superficies contaminadas: el virus del Mpox puede sobrevivir durante un tiempo en objetos y superficies. Una persona puede contagiarse al entrar en contacto con estos objetos si luego se toca los ojos, la nariz o la boca sin haberse lavado las manos.
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Transmisión vertical: existe la posibilidad de que el virus pase de la madre al feto durante el embarazo, o que se transmita al bebé durante el parto o después, a través del contacto piel con piel.
De animales a humanos:
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Contacto con animales infectados: este contagio puede ocurrir por mordeduras, arañazos, o durante actividades como la caza y la manipulación de estos animales.
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Consumo de carne contaminada: consumir carne que no esté bien cocida y provenga de un animal infectado también es una vía potencial de transmisión.
De humanos a animales:
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Transmisión inversa: los investigadores explican que las personas con un diagnóstico confirmado o con síntomas sospechosos deben evitar el contacto cercano con mascotas, ganado y fauna silvestre para minimizar este riesgo.
Fuente El Cronista