El transporte público se convirtió en un foco de tensión entre el AMBA y el Gobierno Nacional luego de que estos últimos anunciaran que no subsidiarán los descuentos de la Red SUBE para los colectivos que transitan en estas jurisdicciones, sino que solo mantendrán el descuento sobre las líneas de jurisdicción nacional, que suman 103 que atraviesan la capital y el conurbano.
El Gobierno provincial anticipó que no cubrirá los gastos del descuento del boleto integrado mientras que desde la Ciudad de Buenos Aires, ante el anuncio, pidieron volver a las mediaciones con la Corte Suprema por la coparticipación. “Si la discusión fuera solo la ‘ubicación en el mapa’ entonces el Puerto debería ser de la Ciudad -como en otras jurisdicciones-, o el Aeroparque”, cuestionaron fuentes de la capital.
El recorte de los subsidios a los boletos integrados implica que las combinaciones que quedarán con descuento serán las de líneas de CABA o provincia, más el tren, las líneas nacionales, o las líneas de CABA o provincia, más las nacionales.
En junio, los subsidios a los colectivos del AMBA ascendieron a $155.361 millones, de los cuales Nación aporta el 55%, la Ciudad de Buenos Aires el 5% y Provincia el 40% restante, según el Observatorio de Tarifas y Subsidios del IIEP (UBA-CONICET).
Según el observatorio, en caso de avanzar en el traspaso del boleto integrado, a la Nación le representaría un ahorro de $705 millones para las líneas de CABA y de $3.794 millones para las líneas de la provincia. Con el traspaso de subsidios, Nación podría generar un ahorro mensual por $10.224 millones.
Mientras tanto, el transporte es el que mayor peso tuvo en agosto en la canasta de servicios del AMBA elaborada por el organismo: un hogar gastó $43.837 en transporte, sobre un total destinado a servicios de $143.082 en el mes. Esto representó un aumento del 14,5% a raíz de la suba del boleto de colectivos del 37,4% que entró en vigencia el 12 de agosto.
Desde diciembre, el gasto en transporte acumula una suba de 484%. Sin embargo, en el primer semestre del año, el usuario cubrió el 16% del costo y, a pesar de la suba, el boleto en términos reales está un 35% por abajo de su valor de principios de 2019.
El costo técnico del boleto de colectivo asciende a $1.132 según estimaron desde el observatorio, contra un costo regulado de $754, determinado por el estado, mientras que el boleto en AMBA es de $371. En el resto del país está en promedio encima de los $800 con muchas jurisdicciones con boletos superiores a los $1.000.
Si se retirara el subsidio de la Nación, fuentes de la Ciudad señalaron que el Gobierno Nacional debería establecer la nueva tarifa en $642, para sustituir la quita de los $271 que aporta la Nación y no afectar la calidad ni la prestación actual del servicio.
El 49% restante del costo del boleto fue cubierto con subsidios del Estado Nacional y el 34% restante fue costo sin compensación.
Este último es uno de los datos que alerta a las empresas. Estas señalan que la imposibilidad de modificar las tarifas, los atrasos en el costo regulado (sobre el que el Estado estima el subsidio) y la falta de cobertura del costo hace que muchas empresas operen con pérdidas, lo que hace peligrar el servicio.
Según una encuesta de Adecco, 7 de cada 10 argentinos usan el colectivo para ir a trabajar y el 72% de los trabajadores expresó que el aumento de las tarifas de transporte público es un problema a la hora de ir a trabajar. Por otro lado, la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA) señaló una caída del 5% de los pasajeros en agosto respecto del mismo mes del año anterior, que se pronunció luego de la actualización de las tarifas.
Fuente El Cronista