El robo de vehículos viene registrando aumentos significativos cada año, en particular a partir de la salida de la pandemia, con la particularidad de que los más sustraídos coinciden con los modelos de mayores ventas, de acuerdo a un relevamiento de la empresa Strix -ex Lojack- a través de su tecnología que integra GPS, rastreo satelital, y localización vehicular.
De acuerdo a estimaciones oficiales, en lo que va del año la denuncia de robo de automotores creció por sobre el 15%, luego de un 2023 que terminó con un alza del 24%, mostrando la tendencia de la siniestralidad que sufre el propietario.
Los más buscados
En ese contexto del mercado, y de acuerdo a las estadísticas a julio, el vehículo más robado de acuerdo a Strix es la pick up Toyota Hilux, seguida por el Volkswagen Gol y el Fiat Cronos, entre los tres modelos más registrados en los siniestros.
Le siguen el Peugeot 208, el Renault Sandero, el Chevrolet Classic, el Renault Logan, la Renault Kangoo, la Renault Duster y la Ford Ecosport, pero ya en una línea de siniestralidad equiparada a otros modelos como el Renault Clío, la Volkswagen Suran, el Ford Fiesta, el Fiat Palio, o la Volkswagen Amarok.
El sistema también arroja otros datos de tendencia alarmantes. Según el total de denuncias realizadas el 65% de los siniestros tienen como objeto autos, de los cuales un 81% fue a mano armada, seguido por vehículos de tracción 4×4 con 12,6% (67,4% a mano armada) y las SUV´s el 12,3% (85,7% a mano armada).
La violencia de los hechos lleva a una estadística general de robos del 77,6% promedio en el total de modelos relevados, lo que incluye motos, vans, transportes y pesados, lo que viene en aumento por la tecnología de los vehículos que permiten utilizar llaveros de presencia y corte de los sistemas de arranque.
Martín Py, gerente de alianzas estratégicas de Strix, consideró que el incremento de robos responde a una interacción de la coyuntura económica, el cepo que afecta a la reposición de repuestos e importaciones, y el valor de reventa de muchas autopartes.
Reacción temprana
Este tipo de delito afecta a los usuarios particulares, pero también a las compañías de seguro que se ven afectadas muy fuertemente por los robos, lo que motiva a avanzar con el desarrollo de tecnología e interactuar con los distintos actores del ecosistema para responder a los siniestros.
“En los últimos dos años estamos registrando un fuerte incremento de las ventas ya sea con el consumidor local como con las compañías de seguro que requieren la instalación de dispositivos en distintas gamas teniendo en cuenta los modelos que son más propensos al robo”, explicó Py.
La reacción temprana del sistema debe ser tal que permita evitar que el vehículo robado llegue a desguace o en el caso de las pick ups que puedan ser trasladadas a países limítrofes por los muchos pasos secos que tienen las fronteras y que facilitan ese tráfico.
En el caso de Strix, con una cartera de 700.000 dispositivos activos y 500 operativos por mes, la tasa de recupero es del 92% de las denuncias, un gap que se explica por la demora en el aviso del damnificado y por el fraude de quienes, por distintos motivos, buscan deshacerse del vehículo para un eventual cobro del seguro.
El robo a transportes
El sistema de rastreo y recuperación también se aplica al canal logístico, donde la piratería del asfalto se concentra en camiones con grandes volúmenes de carga que pueden llegar a transportar mercadería por valor de millones de dólares, en el caso de un conteiner de electrodomésticos.
Para estos clientes, se dispone de sensores, corte de combustibles, botón de alarma, y equipos que resisten la inhibición tecnológica.
Pero también está en crecimiento el robo de última milla a la par de que se viene desarrollando la logística del e-commerce en la Argentina. En estos casos, el robo a vehículos para pequeños envíos o de utilitarios generan mucho rédito para el delincuente por el tipo de carga.
Tanto el transporte de larga distancia como el de última milla motivó la instalación de dispositivos no sólo en los vehículos sino también el uso de señuelos que van disimulados en la mercadería, lo que en caso de robo permite encontrar la unidad y el contenido de manera independiente.
La tecnología como la inteligencia artificial está contribuyendo, a partir de datos de los usuarios, a generar ciertos patrones que ayudan a identificar alertas tempranas o movimientos indebidos, algo que se realiza de manera automática a través de patrones que revelan ciertos indicios de una actividad que permite presuponer que van a terminar en un delito.
Fuente El Cronista