Para Javier Milei y Luis Caputo, la reducción del riesgo país es una parte esencial del plan económico trazado para la Argentina: una normalización de este indicador, hoy en torno a los 1400 y los 1500 puntos básicos, supondría más confianza en el país, mayores inversiones, flujo de créditos y empleo.
Desde la asunción de Milei, el riesgo país viene bajando aunque con altibajos: el indicador tocó un piso cerca de los 1150 a mediados de abril, para volver a subir semanas más tarde y posicionarse en los niveles actuales.
Ahora, un nuevo dato alienta a los especialistas a suponer que el piso actual puede perforarse: se trata de una “absoluta normalización” del spread corporativo, también conocido como el “riesgo país privado”, que sirve como un “indicador líder” del riesgo país soberano.
Así lo destaca el último informe de Delphos Investment que asegura que la Argentina “volvió al mundo” gracias a la tendencia bajista del spread de corporativos Tier 1 (que incluye a las empresas de mejor nivel crediticio), dato que hoy se encuentra “significativamente por debajo del riesgo país”: qué implica esto y por qué es una buena noticia para Milei y Caputo.
Cae el riesgo corporativo: por qué es una buena noticia para Milei y Caputo
El spread corporativo marca la diferencia entre la deuda corporativa y los Treasuries estadounidenses y señala el riesgo que los mercados ponderan sobre la deuda privada.
Además, se considera también uno de los indicadores más genuinos del futuro desarrollo del riesgo país, “ya que refleja de manera más precisa la percepción del mercado sobre la situación económica y financiera del sector privado”, explica el último informe de administración de activos de Delphos Investment.
En este sentido, actualmente el spread corporativo en la Argentina se encuentra en torno a los 310 puntos básicos, según el reporte, un número que contrasta notoriamente con el riesgo país en 1490.
Aunque durante los primeros meses del año el riesgo país “disminuyó con mayor rapidez”, ahora se revirtió esta tendencia y el riesgo corporativo Tier 1 “está en zona de mínimos actualmente”.
Esto significa que “el mercado local asigna un menor riesgo crediticio a la curva corporativa que a la soberana”, lo que “refleja un optimismo creciente del mercado hacia la deuda privada” y “facilita a las empresas la refinanciación de sus bonos en el mercado”, destaca el análisis publicado la semana pasada.
Esta compresión “permitiría un amplio y barato acceso a financiamiento internacional que posibilitará no solo rollear los vencimientos de los próximos años (caso YPF), sino también conseguir dinero fresco”, señalan desde Delphos.
A raíz de este optimismo es que las Obligaciones Negociables (ONs) de empresas de primer nivel en la Argentina hoy aparecen como una buena oportunidad de inversión, ya que el riesgo corporativo medio en el país se acerca al de América Latina, ubicado en torno a un 2,9 %, según el analista financiero Salvador Di Stefano.
Esto mismo señala la consultora que observa esta tendencia de los bonos corporativos soberanos alineándose “con los movimientos de la región” y “convergiendo a estos” como un signo de la “absoluta normalización” del indicador.
Este es un primer paso esencial para Milei y el equipo económico a cargo de Luis Caputo, ya que, de la mano del RIGI, “este proceso podría atraer capitales al país” y contribuir de forma indirecta a la acumulación de reservas y, por ende, del riesgo país.
Esto se debe a que, si ingresa dinero a la Argentina por la buena performance de la deuda corporativa, el riesgo país y los bonos soberanos, fuertemente atados a la evolución de las reservas, deberían tender a normalizarse.
“Mientras el mercado de soberanos hard-dollar siga enfocado en la acumulación de reservas, la entrada de capitales privados podría contribuir a una mayor acumulación, y, en consecuencia, el riesgo país podría retomar la tendencia bajista observada a comienzos de año”, concluye el análisis de Delphos.
Además, la acumulación de reservas -tal como señala el equipo económico ante las reiteradas consultas- es condición necesaria para comenzar a levantar el cepo cambiario.
Es por esto que, para Delphos, la normalización del spread corporativo es un “driver muy positivo para una eventual normalización del mercado cambiario”.
“En este contexto, será crucial monitorear de cerca el éxito del proceso de refinanciamiento de las empresas, el blanqueo y la eventual salida del cepo, ya que estos factores podrían influir decisivamente en la evolución de ambos spreads (soberano y corporativo)”, concluye el análisis.
Fuente El Cronista