La Secretaría de Finanzas, comandada por Pablo Quirno, informó que colocó deuda en pesos por $6,99 billones y consiguió refinanciar los vencimientos de la semana. Con esta licitación, la primera de septiembre, el Tesoro convalidó una leve suba de tasas respecto de la subasta previa.
Finanzas ofreció seis letras capitalizables (LECAP) a tasa fija y tres bonos atados a la inflación (BONCER) por los que recibió ofertas por $7,24 billones y por los que adjudicó $6,99 billones.
Los vencimientos de la semana eran por $6,97 billones, por lo que la licitación cerró casi sin financiamiento extra, algo que sostuvo durante licitaciones anteriores.
Este mes será el de mayor carga del año ya que tendrá vencimientos por cerca de $14 billones.
En la licitación de este miércoles, casi la mitad se orientó hacia tres LECAP de corto vencimiento. $2,18 billones fueron a la letra que vence en diciembre de 2024 con una tasa nominal anual de 3,75%, pero que representa la tasa efectiva mensual al precio de corte y que capitaliza a una TEM de 4,50%.
Además, $1,25 billones fueron a la que vence en febrero de 2025 con una tasa de 50,63% y $608.909 millones con vencimiento en marzo con una tasa de 51,64%. A estos tres instrumentos, la Secretaría les había fijado un tope para evitar la concentración en vencimientos a corto plazo.
En la LECAP con vencimiento en abril y una tasa de 52,75% adjudicó $995.916 millones, en la de mayo (54,61%) adjudicó $717.552 millones y en la de septiembre (59,14%) adjudicó $828.692 millones.
En los bonos atados a la inflación, la mayor colocación se concentró en marzo de 2025 con $235.082 millones. Con vencimiento a marzo 2026 colocó $153.370 millones y a marzo 2027, $23.497 millones.
La próxima licitación será el 26 de septiembre y enfrentará vencimientos por cerca de $7 billones.
El ministro de Economía, Luis Caputo, anunció el martes por la noche que su cartera tenía la liquidez necesaria en el Banco Central para hacer frente a los vencimientos en el que caso que los bancos no quisieran refinanciar su deuda.
Esto, explicó, se daría por una reactivación de la economía que impulsaría la demanda de pesos y llevaría a la remonetización y la mayor demanda de créditos.
Fuente El Cronista