El ex ministro de Economía de la Nación, Domingo Cavallo, analizó los lineamientos generales del Presupuesto 2025 que el presidente Javier Milei presentó ante el Congreso días atrás.
En un seminario organizado por Global Source Partners, Cavallo identificó “debilidades” en el ajuste fiscal proyectado por el oficialismo y “fuertes diferencias” entre las proyecciones oficiales y las expectativas del mercado.
Sin embargo, el economista destacó la “determinación” del mandatario libertario en conseguir el equilibrio macroeconómico, al que define como “la obsesión prioritaria en este momento y lo será en el curso de 2025, hasta la elección”.
“Milei está convencido que para poder llevar a cabo con éxito la reorganización integral de la economía va a necesitar contar con un apoyo legislativo que está lejos de tener. Por eso, en materia política electoral tiene todos los sentidos puestos en la elección de medio término de octubre de 2025″, explicó Cavallo.
“Las encuestas dicen que el éxito en materia de lucha contra la inflación será la clave para ganar esa elección. Por consiguiente, el equilibrio macroeconómico es la obsesión prioritaria”, agregó.
El objetivo del déficit fiscal cero, “muy cerca de cumplirse”
Cavallo remarcó que la evolución de las cuentas fiscales hasta agosto de 2024, las proyecciones hasta fin de año y las metas presupuestarias para 2025 “sugieren que el objetivo del déficit fiscal cero estará muy cerca de cumplirse”.
“Los gastos primarios que eran 19,8% del PBI en 2023 terminarán reducidos a 13,8% en 2024 y se mantendrán prácticamente en ese mismo nivel en 2025. Los ingresos también descendieron entre 2023 y 2024, pero menos que los gastos. Pasaron de 17% del PBI a 14,8% y se espera que se mantengan en ese nivel en 2025″, recalcó.
En ese sentido, y pensando en la eliminación del Impuesto PAIS prevista para fin de año, Cavallo planteó algunas dudas respecto a cómo se va a compensar esa pérdida en la recaudación.
“En el proyecto de presupuesto se indica que el reemplazo provendrá de los impuestos a los combustibles y al dióxido de carbono que aumentará 155% en comparación con lo recaudado en 2024 y de los impuestos sobre las exportaciones cuya recaudación se estima el doble que en 2024 (100% de aumento)”, indicó.
“Es posible encontrar diversas debilidades en el ajuste fiscal proyectado, pero dado la determinación del presidente Milei y de la audacia con la que enfrenta a los pedidos de aumentos de gastos y los reclamos por los recortes presupuestarios, es posible que en esta materia, el gobierno pueda cumplir con su objetivo en relación al gasto primario y las metas de recaudación”, evaluó.
La refinanciación de los vencimientos de la deuda en dólares “no está clara cómo se hará”
Al igual que otros especialistas como Martín Redrado, Cavallo mostró cierta preocupación pensando en lo que pasará con los vencimientos de la deuda en dólares que vencen en 2025.
“Nadie duda que los vencimientos de capital en lo que resta del año 2024, van a poder ser refinanciados. Aunque hay más dudas sobre los vencimientos que vencen durante 2025, el ministerio de Economía considera que también podrán ser refinanciados”, señaló.
“Los vencimientos son seis veces más altos para la deuda en pesos que para la deuda en dólares, pero en la medida que se mantengan las restricciones actuales al movimiento de capitales (cepo cambiario y financiero) es muy probable que la refinanciación se logrará, en todo caso pagando tasas de interés en pesos un poco mayores a las de las últimas colocaciones de letras del Tesoro”, explicó.
“La refinanciación de los vencimientos de la deuda en dólares que vence en 2025, que asciende a 9216 millones. aún no está claro como se logrará. En los planes del Gobierno está desde un nuevo acuerdo con el FMI que al menos signifique desembolsos equivalentes a los pagos que deberán hacerse a esa institución, como ocurrió con el acuerdo que está venciendo y con swaps que podrían ser garantizados con títulos de deuda a largo plazo y, de ser necesario, con parte de las tenencias de oro del Banco Central”, completó.
En ese sentido, aseveró que en el gobierno no cuentan con que antes de 2026 se abra el mercado de capitales para Argentina con tasas de interés de un dígito “porque no están dispuestos a eliminar completamente el cepo cambiario, algo que sería indispensable para lograr que se desmorone el riesgo país”.
“Para el pago de los intereses en dólares que en el año 2025 ascienden a 8,047 millones, el gobierno contará por un lado con los recursos fiscales en pesos, tal como lo prevén las cuentas fiscales y espera que ingresen suficientes dólares del superávit comercial al Banco Central”, expresó.
“Pero la cuestión relevante es cuanto de este superávit comercial se transformará en ingresos netos al mercado controlado por el Banco Central, teniendo en cuenta que el 20% de las exportaciones, prácticamente equivalente al superávit comercial, de no cambiar la política cambiaria vigente, se liquidarán en el mercado CCL”, planteó.
Ese mismo dilema, asegura, es el que tienen en Washington: “Ahí radica la posición del staff del FMI, que desde el informe que siguió a la evaluación del cumplimiento de las metas al cabo del primer trimestre, viene insistiendo en que se elimine el dólar blend exportador y se compense con un ajuste cambiario equivalente”.
Si el Gobierno accede al pedido del Fondo asegura el ex ministro de Economía, ese ajuste cambiario “sería una devaluación perfectamente compensada que no tendría que provocar ningún efecto sobre la tasa de inflación”.
Fuertes diferencias con el mercado al analizar la inflación
Al analizar lo que sucede con el índice de precios al consumidor y lo que proyecta el Ejecutivo para los meses siguientes, Cavallo no pasó por alto las diferencias que hay con lo que se estima en el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM).
“Viniendo de 4% de inflación en junio, se estimaba un 3% de inflación para julio y del 2% a partir de agosto. Al mantenerse la tasa de inflación alrededor del 4% en julio y agosto, ahora, en el mes de septiembre, para que se puedan lograr las metas de inflación del presupuesto, la inflación debería ser de 1,2% mensual hasta diciembre y del 1,4% mensual promedio durante 2025″, desarrolló.
“La fuerte diferencia entre las proyecciones oficiales y las expectativas del Mercado que son un espejo de las diferencias que ya existieron en julio y agosto entre aquellas proyecciones y la tasa de inflación publicada por INDEC, se explican porque el mercado tiene una teoría de la inflación diferente a aquella con la que elabora sus proyecciones el gobierno”, puntualizó.
Sobre esto, agregó: “El mercado y la mayoría de los economistas profesionales consideran que existen factores de inercia que además se corresponden con el aumento de los agregados monetarios relevante, M2 y los préstamos al sector privado”.
“Desde el mes de junio, estos agregados vienen creciendo al doble del ritmo de ajuste del tipo de cambio oficial y con los anuncios que se vienen formulando en materia de política monetaria, aun cuando no se emitiera dinero para comprar reservas, todavía esos agregados podrían seguir creciendo a ese ritmo o incluso a un ritmo mayor por el mecanismo de creación de liquidez bancaria por venta de LEFIs al Banco Central”, insistió.
“La expansión de los agregados monetarios que impedirán que la inflación converja a tasas de inflación de entre el 1 y el 2% mensual al mismo tiempo ayudarán a que se consolide la incipiente recuperación del nivel de actividad económica que ya insinúan los indicadores de julio y agosto”, finalizó.
Fuente El Cronista