La revisión del dato del PIB publicada la semana pasada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha dejado el terreno expedito para que el Gobierno mejore las previsiones. El llamado cuadro macro, que son los supuestos con los que el Ejecutivo traza su política económica —incluidos los presupuestos, que debería presentar la próxima semana, y el plan fiscal, que deberá remitir a Bruselas antes del 15 de octubre, en plena recuperación de las reglas comunitarias—, ha sido actualizado, pero solo en lo que se refiere al crecimiento. El PIB aumentará un 2,7% el año que viene, tres décimas más de lo estimado anteriormente, un 2,2% en 2025 (otras tres décimas adicionales), y un 2% en 2026 y 2027, según adelantó este lunes el ministro de Economía, Carlos Cuerpo.
Sin embargo, en su comparecencia de este martes tras la aprobación del nuevo cuadro macro en el Consejo de Ministros, el propio Cuerpo no ha informado de ninguna revisión en la estimación déficit público o de deuda. Fuentes de Hacienda confirman que ese dato no se ha tocado, pese a que el incremento del PIB de 2023 en 36.400 millones decretado por el INE debería haber supuesto una revisión casi automática de una décima a la baja de la previsión de déficit para los próximos años, después de que en el anterior el dato real haya pasado del 3,64% al 3,55%. Al final, se trata de un cociente entre el saldo del conjunto de las administraciones públicas (numerador) y el PIB (denominador), por lo que, si este último aumenta, el porcentaje se reduce.
Pese a ello, el Ejecutivo mantiene la estimación del 3% para 2024 y del 2,5% para 2025, una cuestión aparentemente técnica, pero que podría tener una trascendencia política muy relevante. Continuar con el mismo objetivo porcentual con un PIB superior significa poder tener un saldo negativo absoluto un poco mayor sin incurrir en incumplimientos. Y eso da más margen en la negociación con Junts sobre la senda de estabilidad, que establece el reparto de ese déficit entre la Administración central, las comunidades autónomas y los ayuntamientos, y el partido de Carles Puigdemont ha bloqueado hasta ahora.
Serían unos 1.200 millones de euros de más de espacio fiscal a repartir para 2025, según los cálculos de este periódico. Desde el punto de vista de los independentistas catalanes, se antoja insuficiente, ya que reclaman que las comunidades se hagan con una tercera parte del objetivo total. Según una resolución del Parlament aprobada en 2014, eso significaría unos 1.800 millones de euros solo para Cataluña, una cifra incluso superior a la que la revisión del INE deja en bandeja para que Hacienda pueda disponer a su antojo y que, si decidiese ceder a las comunidades, se debería repartir entre todas ellas.
El Gobierno retira la senda de déficit para evitar otra derrota parlamentaria
Javier Jorrín
En cualquier caso, el Gobierno gana margen de maniobra para satisfacer las aspiraciones de Junts. Los independentistas catalanes denuncian que, con la senda de estabilidad actual —que ya fue rechazada en julio—, las comunidades autónomas solo podrán incurrir en un déficit equivalente a 0,1 puntos del PIB, frente a los 2,4 del Estado. La solución pasaría por un nuevo reparto en el que el Estado cediese una parte de ese espacio fiscal a las regiones. Los primeros 1.200 millones, que acaban de emerger tras la revisión del INE, permitirían que una parte de esa cesión se pudiese hacer sin necesidad de que la Administración central se tuviese que apretar más el cinturón.
No hay que olvidar que la senda de déficit es una condición sine qua non para que el ciclo presupuestario pueda avanzar y, por tanto, que España pueda tener unas cuentas públicas para el año que viene. La portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, ha recordado que el Ejecutivo mantiene su intención de presentar unos presupuestos para 2025, después de haber renunciado a esta posibilidad en 2024, lo que obligó a gobernar con una prórroga de los del año anterior. De momento, el no de Junts ha obligado al Gobierno a posponer la votación de este jueves sobre la senda, y el Ejecutivo se ha abierto a negociar con los grupos un nuevo reparto. Ahora lo tendrá un poco más fácil.
La AIReF avala las previsiones
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha avalado el cuadro macro del Gobierno. Sin embargo, ha precisado que falta información, ya que no dispone de las estimaciones de la contabilidad nacional trimestral que se derivarán de la revisión del PIB de 2023, y que el INE publicará este viernes. Con los datos actuales, la AIReF también ha actualizado su previsión de crecimiento para este año, con cuatro décimas al alza, hasta el 2,8%, y tres más para el que viene, hasta el 2,3%. No obstante, el escenario de la Autoridad Fiscal no incorpora el ajuste estructural que con seguridad tendrá que implementar el Gobierno a partir de 2025, y que el Ejecutivo no enviará a Bruselas hasta mediados de octubre.
Fuente El Confidencial